Queridos amigos y lectores:
Ayer les había escrito que prefiero escuchar lo que dice el Papa sobre la paz, y no lo que dicen ciertos periodistas mediocres, sin notoriedad alguna.
Y hoy, curiosamente, como para refrendar mi preferencia, en el noticiero "Día a día" de Telefuturo, acabo de escuchar a Luis Bareiro, atreviéndose a "enseñarle" al Papa la diferencia que existe entre "no se puede", y "no se debe".
Hasta los nenitos de la primaria se enseñan entre ellos a hacer esta distinción, tan superficial y tan obvia.
Pero pretender señalarle un supuesto error de lenguaje a un hombre de vastísima cultura, como la que posee este Papa, ya es un atrevimiento y denota supina ignorancia.
Bareiro se refería a la tajante aseveración del Pontífice que afirmó, enfáticamente, y con todas sus luces encendidas:
"NO SE PUEDE INSULTAR LA FE DE LOS DEMÁS", lo cual es muy cierto, y está correctamente expresado.
Le demuestro, escueta y claramente, al señor Bareiro, que el Papa no cometió ningún error de lenguaje cuando dijo, enfáticamente: "No se puede insultar la fe de los demás".
Bareiro dijo que el Papa debió decir "no se debe", dado que sí se puede porque la ley permite (sic) la libertad de expresión... etc. Grabé en mi celular estas intrascendentes "aclaraciones" que hizo el señor Luis Bareiro.
Vayamos al grano.
El verbo "poder" tiene dos significados o acepciones:
- Cuando digo "NO SE PUEDE VIVIR SIN RESPIRAR", estoy hablando de una imposibilidad real, porque
eso no es posible; porque nadie podrá hacerlo. - Cuando digo "NO SE PUEDE MATAR AL ENEMIGO", estoy hablando de una imposibilidad moral, porque eso es un crimen; porque está mal hacerlo. Pero dicha expresión tiene una connotación más enfática que esta otra: "no se debe matar al enemigo".
PERO ESTÁ MUY MAL LO QUE HIZO.
Hubiera sonado débil esta otra expresión: "No debes hacer esto a tu mamá". Denota lo mismo, pero connota diferente.
Cuando escribimos, o cuando disertamos en público, debemos tener siempre presente este fenómeno lingüístico de la denotación y la connotación de las palabras y de las expresiones.
Esa segunda acepción del verbo "poder" (la moral) fue también la que utilizó el Papa cuando dijo enfáticamente: "NO SE PUEDE INSULTAR LA FE DE LOS DEMÁS". Ya lo hicieron, ciertamente, al caricaturizar en cópula a la Santísima Trinidad,
PERO ESTÁ MAL LO QUE HICIERON.
Hubiera sonado débil esta otra expresión: "No se debe insultar la fe de los demás". Denota lo mismo, pero connota diferente.
Bareiro adujo que "se puede" PORQUE LA LEY LO PERMITE.
Yo le respondo a Bareiro con cuatro argumentos:
- 1. Ninguna ley permite a nadie, incluyendo a los periodistas, ofender a los demás discriminándoles por su etnia, sexo o religión. Eso está claro en la Constitución Nacional.
- 2. En el supuesto caso de que la ley permitiera ofender, eso será legal, pero seguirá siendo inmoral.
- 3. Lo legal no garantiza que lo preceptuado sea moral: hay leyes injustas e incluso inmorales o criminales.
- 4. Hay leyes que permiten el aborto y la pedofilia: dichas leyes no eximen de culpa moral a quien comete esos delitos.
Entonces puedo decirle a un anciano que recibe favores sexuales de un niño:"¡NO PODÉS HACER ESO!"
ESTO APARECE EN "EL PERIÓDICO INTERNACIONAL", DE MANILA:
El papa Francisco censura la provocación y las burlas a la fe
El Pontífice juzga «aberrante» matar en nombre de Dios, pero deplora las ofensas
EL PERIÓDICO / MANILA
El Pontífice calificó de «aberrante» asesinar en nombre de Dios, pero subrayó que «no se puede provocar, no se puede ofender la fe de los demás, no se puede burlarse de la fe. No se puede», dijo enfático.
Al pontífice no se le escapó el sentido de la pregunta que le hicieron los periodistas franceses sobre la relación entre la libertad de expresión y la libertad de religión.
«Creo que ambos son derechos humanos fundamentales. Pero todo el mundo -prosiguió- tiene el derecho a tener esa libertad sin ofender a nadie». «¿Usted es francés? Vayamos a lo de París, hablemos claro», le espetó a uno de los periodistas: «Matar en nombre de Dios es una aberración».
Después comenzó a hablar de la libertad de expresión, de la que afirmó que es un derecho y una obligación, pero que «tiene límites».
«Es verdad que no se puede reaccionar violentamente, pero si Gasbarri (el Papa aludió a uno de sus colaboradores, junto a él en el avión), gran amigo, dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal!», aseguró. «No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los demás», reiteró.
MI CONCLUSIÓN:
Para corregir el modo de expresarse de un Papa, se debe estar muy por encima de las distinciones idiomáticas pueriles que hacen los niños en la escuela primaria.
Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
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