Queridos amigos y lectores:
EL PAPA, AL COMENZAR LA MISA, OFRECE EL AROMADO HUMO DEL INCIENSO
PROPIO DE LOS REYES, AL REY DE REYES NACIDO EN UNA HUMILDE GRUTA.
El Santo Padre, hizo una profunda Homilía destacando el significado del misterio de la Encarnación del Verbo Divino: el Rey del Universo, se hace niñito, pequeño y desvalido, para asemejarse a nosotros, a quienes ama con amor infinito.
Los párrafos que destacaré están tomados de VATICAN NEWS:
El Papa: En esta Navidad pidamos a Jesús la gracia de la pequeñez
En la Misa de Nochebuena, el Santo Padre habló de la pequeñez como el camino elegido por Dios para llegar a nosotros. Y así nosotros debemos acoger y abrazar a Jesús en los pequeños, pobres y últimos.
Alina Tufani - Ciudad del Vaticano
“Dios no cabalga en la grandeza, sino que desciende en la pequeñez”. Esta frase del Papa Francisco en su homilía de la Misa de Nochebuena, celebrada este viernes, 24 de diciembre, en la Basílica de San Pedro, está en el corazón de su mensaje para esta Navidad: pedir a Jesús la gracia de la pequeñez y honrarlo con la acogida y el abrazo a los más pobres y últimos.
“Allí está Dios, en la pequeñez” – dijo el Papa. Y esta es la primera invitación del Pontífice, la de contemplar ante el pesebre, “más allá de las luces y los adornos”, al Niño Dios, a “Aquel que abraza al universo” pero necesita ser cargado, mimado, arropado:"El Amor infinito tiene un corazón minúsculo, que emite ligeros latidos.
La Palabra eterna es infante, es decir, incapaz de hablar. El Pan de vida debe ser alimentado. El Creador del mundo no tiene hogar”.
Jesús nació para servir
Mientras “Dios se abaja, nosotros queremos subir al pedestal”, mientras pide “humildad, nosotros pretendemos brillar”. Mientras “nosotros pasamos los años persiguiendo el éxito, Dios no busca fuerza y poder, pide ternura y pequeñez interior”, aseguró el Papa, porque “Jesús nació para servir.
“Me hice pequeño por ti”
El Santo Padre explicó que acoger la pequeñez es creer que Dios quiere estar en las pequeñas cosas de nuestra vida, habitar las realidades cotidianas, en la casa, la familia, la escuela, el trabajo: “Quiere realizar, en nuestra vida ordinaria, cosas extraordinarias”, afirmó Francisco. Pero además quiere llegar hasta nuestra propia pequeñez, allí donde somos débiles, frágiles, incapaces o fracasados.
“Hermana, hermano si, como en Belén, la oscuridad de la noche te rodea, si adviertes a tu alrededor una fría indiferencia, si las heridas que llevas dentro te gritan: “Cuentas poco, no vales nada, nunca serás amado como anhelas”, esta noche Dios responde.
Esta noche te dice: “Te amo tal como eres. Tu pequeñez no me asusta, tus fragilidades no me inquietan. Me hice pequeño por ti. Para ser tu Dios me convertí en tu hermano.”
Además, Jesús no solo se identificó con los más pobres y humildes, sino que nació rodeado de ellos, pastores entregados a su trabajo y a su grey. “Jesús nace allí, cerca de ellos, cerca de los olvidados de las periferias”, dijo el Papa al aclarar que Jesús “viene a ennoblecer a los excluidos y se revela sobre todo a ellos; no a personajes cultos e importantes, sino a gente pobre que trabaja”.
“Contemplemos a los magos que peregrinan y como Iglesia sinodal, en camino, vayamos a Belén, donde Dios está en el hombre y el hombre en Dios; donde el Señor está al centro y es adorado; donde los últimos ocupan el lugar más cercano a Él; donde los pastores y los magos están juntos en una fraternidad más fuerte que cualquier clasificación. Que Dios nos conceda ser una Iglesia adoradora, pobre y fraterna. Esto es lo esencial. Volvamos a Belén.”
Cordiales saludos, y Feliz Navidad:
Dr. Francisco Oliveira y Silva