domingo, 24 de octubre de 2010

(parte 1) LA RELACIÓN SEXUAL: UNA FUSIÓN PSICOSOMÁTICA

Reflexiones psicológicas , espirituales y jurídicas

I. Consideraciones preliminares.

Desde la aparición inesperada, como “hecho consumado”, del ya tan comentado Marco Rector Pedagógico para la Educación en la Sexualidad Integral, salido del MEC, de futura aplicación obligatoria en las escuelas y colegios de todo nuestro país, han surgido miles de voces de protesta y de indignación ante semejante insulto a la cultura paraguaya. Me permito sumar mi voz de profesional de la Psicología, a la de los que lo rechazan. El motivo es muy simple: la aplicación de los principios promocionados en ese documento, en parte original, y en parte copiado de otros lugares, apuntan directamente a la destrucción de la familia paraguaya y, por ende, de la moral y las buenas costumbres de nuestros hijos. Se descubrió que fue “copiado” de otros sitios, hecho bochornoso que ipso facto lo descalifica, como sucede con los “copiatini” de los alumnos en los exámenes, por la deshonestidad y la falta de seriedad y de respeto, a la ciudadanía en este caso, por parte de los altos funcionarios que cometieron tal fraude. Y el hecho de haberlo “confeccionado” a espaldas de la prensa y de los padres de familia, ya nos hace pensar en cosas peores.

Sin embargo, con actitud de cinismo, sus férreos defensores del MEC, incluyendo al Ministro Riart, se empeñan en pretender que les creamos cuando se desgañitan diciendo que ese documento es bueno, que defiende la vida, que enaltece la familia, que busca sembrar el amor y la espiritualidad en los educandos, “por el bien del Paraguay”, como dice un canto. Pero nos subestiman, creyendo que nos convencerán con argumentos ridículos y facilones, tomándonos por seres intelectualmente menos dotados que ellos, como si necesitáramos de sus explicaciones, tan superficiales y ridículas, para poder entender y valorar esa “verdadera joya educativa”, según ellos y unos pocos seguidores . Pero se equivocan. Hemos leído muy bien el Documento, lo entendimos tal vez mejor que ellos, no solo por nuestra sólida capacitación profesional y nuestro posicionamiento social como personas de bien y referentes de la ciencia y de la educación, sino porque nos consta, con absoluta evidencia, que ese documento no es paraguayo ni responde a nuestra realidad: viene de las Agendas de Organismos Internacionales, como la ONU, que tienen un “Proyecto” nada elogiable con respecto al destino de los países del Tercer mundo. Si los del MEC desconocen este dato, pecan de imprudentes. Si lo conocen, pecan de cómplices. En ambos casos: quedan descalificados como presuntos educadores ante la sociedad. No podemos creerles. No debemos creerles. Las últimas palabras de mi librito “El Nuevo Orden Mundial: un proyecto violento”, donde yo desnudo la citada Agenda, son estas: “¡No nos pueden mentir así! Cuando un lobo te hable con dulces palabras, debes buscar el modo de deshacerte de él, porque está planeando tu muerte.”

Un Marco Rector para la educación sexual, no es lo mismo que otro para la enseñanza de la música o de la educación física. No por subvalorar estas materias, sino porque las mismas no afectan al desarrollo psicosexual de la persona. No saber estas materias, o haberlas aprendido mal, no tiene apenas consecuencia en la vida del joven. Pero tratándose de Educación sexual, estamos entrando en un territorio sumamente delicado, en el cual deben intervenir solamente los que, de una u otra forma, tienen la responsabilidad y la experiencia adquirida para enseñar tan importante y vital contenido informativo y, sobre todo, formativo.

El mismo no puede, ni debe quedar en manos de funcionarios de la burocracia, con poca o nula experiencia educativa. “Por sus frutos los conoceréis” reza un sabio dicho. Y los que redactaron y los que están defendiendo el citado Marco Rector, nos están entregando un fruto malo: hablan mal, defienden mal sus ideas, dan ejemplos tontos e infantiles, no tienen convicción, denotan pobreza de vocabulario, como si estuvieran recitando un libreto.

Ellos toman como punto de partida la proliferación del Sida y de los embarazos de adolescentes, sin caer en la cuenta que esos no son el problema, sino la consecuencia del problema. El verdadero problema es el desenfreno sexual de púberes, adolescentes y jóvenes, sexualmente sobre estimulados, incapaces de poner límites al instinto del placer sexual, considerado por ellos como el único objetivo del sexo. Entonces, los falsos educadores, ¡les entregan condones y pastillas, y le hablan del aborto!, echando nafta al fuego acrecentando así las consecuencias de una vida sexual irresponsable. Sin definir “responsabilidad”, les dan a entender que la misma consiste en evitar infecciones y embarazos, como si el sexo estuviera allí solo para el placer. De esa manera les están dando el siguiente mensaje seudoeducativo: “Si te quieres acostar con alguien para el disfrute sexual, al cual tienes derecho, cuídate de embarazos e infecciones. Incluso puedes tener vida sexual con los de tu mismo sexo, porque tu “Perspectiva de género” te permitirá tomar libremente tu “opción sexual”. Esos mensajes descaminados y mentirosos, formulados por cualquier ideólogo, con términos acuñados ad hoc para expresar conceptos vacíos de significación normal, y sin fundamentación científica alguna, sino propalados dogmática y apriorísticamente, terminan por desorientar al educando, inyectándole una ideología más infectada y letal aún que el Sida. Hacen creer al educando que todo vale, el sexo por placer y el sexo homosexual, con tal de no infectarse n ocasionar embarazos. Que con eso uno ya es responsable. Hasta hay una propaganda que dice lo mismo: “Condones N.N., disfrutá la noche entera, responsabilidad compartida”, siendo, en realidad “una irresponsabilidad suicida”, porque se les enseña a los educandos a probar una verdadera ruleta rusa. Todo lo resaltado es mentira, y agrede el derecho del adolescente de contar con una vigorosa y correcta orientación de su sexualidad, justo en la etapa en la cual van despertando en él, naturalmente, impulsos de homofilia, que es el tempestuoso afecto por los de su mismo sexo, los cuales en vez de desaparecer, como es lo natural, al llegar a la juventud, podrán estos afectos convertirse ya en amor. Y el púber, creyendo que eso es una opción válida, como le han enseñado, consolida la relación de amor: y entonces esos falsos educadores estarán formando homosexuales, y personas sexualmente libertinas. Por el contrario: todo buen educador y profesional de la conducta, con muchos años de experiencia en estos delicadísimos trabajos, de estar implementando en su actividad educativa o reeducativa la formación en valores, ya llevamos en el alma una inmensa cantidad de temas, realmente válidos, para elaborar un serio, maduro y eficaz Proyecto Educativo que beneficie al educando y a la patria; ella se merece ciudadanos con ética y principios no negociables por ninguna dádiva de Organismos Internacionales.

A manera de ayuda para la elaboración de un Marco verdaderamente “rector”, y no “desorientador” de los educandos, les presento este Documentocomo propuesta realmente válida. La redacté en menos de tres horas -¡no tres años!-, detalle que consigno no por vanidad, sino como testimonio de que puedo preciarme de contar con alma de un verdadero educador y psicólogo: ambas funciones las vengo ejerciendo por más de 40 años. Por eso, pido la palabra. Voy a demostrarles a los del MEC que, cuando los padres y los profesores llevan en el corazón el amor a los niños, y el amor a la Patria, tenemos a mano todas las propuestas verdaderamente educativas, que nacerán de nuestra auténtica vocación de formadores y patriotas. Y tenemos, entonces, el derecho de ser consultados.

En la siguiente entrada va mi propuesta..