sábado, 30 de noviembre de 2013

¡CÓMO NOS ESTABAN ROBANDO!



Queridos amigos y lectores:
Todos sabíamos que la mayoría de los que ocupan cargos públicos nos roban, ya sea directamente, metiendo la mano en la lata, ya sea indirectamente, practicando el nepotismo.
Esta palabra proviene del latín "nepos, nepotis", que significa sobrino, y se usa para designar la conducta corrupta de funcionarios públicos que, valiéndose de su poder o de sus influencias, ubican en cargos bien remunerados a personas sin preparación alguna, vinculadas a ellos por  lazos familiares o sentimentales, y cuyos salarios, generalmente jugosos, son extraídos de las arcas del Estado.
Sabíamos que nos estaban robando. Pero no sabíamos con exactitud:
  • Quiénes
  • Cuánto
  • Cómo
¡Ahora ya lo sabemos!
La prensa ha colaborado muy acertadamente, brindándonos tales datos.
Muchos senadores, jueces, diputados, ministros, etc. ¡no solo han metido la mano en la lata, sino que han saturado planillas de "funcionarios" sin funciones! pero con fuertes remuneraciones que no salían, obviamente, del peculio de tan generosos "empleadores", sino de nuestros muy onerosos impuestos que debemos pagar, a veces bajo intimación judicial, o embargo de la vivienda, mientras ellos siguen cumpliendo con su "patriótica actividad" consistente, casi exclusivamente, en robarnos, sin pudor alguno, el fruto de nuestro esfuerzo, de sol a sol.

Esta gente marginal camulflada de "responsables funcionarios gubernamentales", se dedica, desde que se levantan hasta que se acuestan, a vaciar, literalmente, las arcas del Estado, generando toda clase de atrasos en nuestro sufrido suelo, y penurias, enfermedades, hambre, y muerte indigna en casi  ¡dos millones de compatriotas!, mientras que a nosotros, los que sí trabajamos de verdad, nos  saquean alevosamente, como motochorros de corbata, y motochorras de elegantes vestidos, embolsándose el monto de los impuestos que pagamos con sacrificios, a veces en cuotas, porque no nos alcanza el sueldo, ¡para distribuirlos, "ellos y ellas", alegremente, entre familiares sin profesión alguna, e íntimos allegados haraganes e incompetentes!

¡Esto nos ha colmado de indignación! Los ladrones comunes son encarcelados de inmediato. Pero estos megaladrones y megaladronas, muy orondos y risueños, ocupan sus bancas o despachos, maquinando cómo seguir robándonos más.
Pero la ciudadanía está ya en pie. El Pueblo se ha levantado.
Y este es el momento privilegiado para pedir justicia, porque "todos somos iguales ante la ley", sagrado principio por ellos tergiversado, aplicándolo solo a los gays y lesbianas, cuando invocan "la igualdad" para pontificar diciendo que "los homosexuales son iguales a los heterosexuales", refiriéndose a la normalidad sexual, inexistente en los primeros.

Enmascaran así el valor de tan importante principio, porque ellos no se consideran iguales sino superiores a nosotros, puesto que pueden blindarse en sus fueros para cometer sus fechorías, conscientes de que nosotros no tenemos dicho recurso. ¿Dónde queda la tan cacareada "igualdad"?
¿O la "igualdad" se aplica solo a cuestiones sexuales?

Y exigir la igualdad ante la ley  no es "pedir que se nos satisfaga un gusto colectivo", como ofensivamente se expresó la senadora Desirée Masi cuando dijo, palabras más, palabras menos, que los senadores debían "atender bien al tomar futuras decisiones legislativas, porque la ciudadanía nos lo va a reclamar de nuevo, pero nosotros no estamos aquí para dar el gusto a la ciudadanía (sic)".
A esta imprensentable señora, esposa del ex ministro Rafael Filizola, también sospechado de desvíos de fondos, le decimos que exigir el cumplimiento de la ley, no es manifestar "nuestro gusto", sino reclamar nuestros derechos por ellos usurpados: el derecho a que no se nos robe más, en este caso. ¿Entendido, señora?
Nuestros músicos paraguayos, cuya sensibilidad les permite expresar en forma perfecta e impactante el sentir del pueblo, han compuesto algunas músicas de alegre ritmo y acertadísimas letras, cuyas melodías son verdaderamente pegadizas y óptimamente logradas para bajarles la caña a estos ladrones.
Les acerco lo que trajo Última Hora al respecto.
Espero que lo disfruten, y que lo hagan correr, así todos podremos cantar estos "himnos populares" en cada una de las manifestaciones y escraches que seguiremos haciendo, las veces que haga falta, incluyendo también a los poderes Judicial y Ejecutivo, hasta que nos devuelvan lo que es nuestro, y paguen por sus delitos los megaladrones, con los castigos que previenen las leyes.



Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
Cel.: 0985 24 26 01
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