lunes, 30 de marzo de 2015

NADIE EN LA IGLESIA CATÓLICA ESTÁ POR ENCIMA DE LA AUTORIDAD DEL PAPA



Queridos amigos y lectores católicos:


Comienza la Semana Santa, o Semana Mayor, como también se la conoce, porque en ella contemplamos, más detenida y profundamente, el Misterio de la Pasión y Muerte de nuestro amado Redentor, que se ofreció como víctima inmolada por los pecados del mundo.

Hoy, Lunes Santo, les ofrezco una reflexión sumamente importante, que se refiere a la Iglesia Católica.


Simón Pedro (detalle del cuadro Los cuatro apóstoles de Alberto Durero)

Es necesario aclarar que me voy a referir a un tema de exclusivo interés para los católicos.

La Comunión Eucarística es un encuentro personal con Jesús, porque en la Hostia se encuentra, transubstanciado, Cristo Dios, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.


Cada cual tiene la libertad de admitir o de rechazar esta afirmación:  
Pero todos los católicos lo admitimos sin excepción alguna. 
Ese no es el tema.

El tema es que, para recibir la Santa Comunión, la persona tiene que estar "en Gracia de Dios", es decir, libre de pecados graves,
los cuales son perdonados cuando el penitente los confiesa accediendo al Sacramento de la Reconciliación o Confesión.


Los que están en pecado y comulgan, sin haberse purificado antes por el citado Sacramento,  cometen un acto sacrílego: otro pecado más, "pues el que sin discernir come y bebe el cuerpo del Señor, se come y bebe su propia condenación" (1 Corintios 11, 27-29).
 
Les acerco todo un artículo por si lo desean meditar el Jueves Santo, día en el que volvemos a vivir el momento en el cual Cristo instituyó la Eucaristía.


La Eucaristía: ¿presencia real o simbólica de Cristo?https://es.catholic.net/.../la-eucaristia-presencia-real-o-simbolica-de-cristo....



La Iglesia considera un pecado grave divorciarse y volverse a casar. 


Los que están en esa situación no pueden comulgar,
 

salvo que el divorcio haya sido consecuencia de la Nulidad del Matrimonio,  
reconocida por la Iglesia, nulidad ocasionada cuando uno o ambos contrayentes no reúnen los requisitos indispensables para realizar un Matrimonio válido. 

Por ejemplo, un matrimonio llevado a cabo bajo la presión de alguna grave amenaza, no es válido. 

En tal caso el Tribunal Eclesiástico lo declara nulo, y se pueden contraer nuevas nupcias y seguir comulgando.

En el Sínodo de Obispos, tendiente a modificar ciertos aspectos de la pastoral eclesiástica referente a la familia, iniciado el año pasado, y que terminará este año, SE ESTÁ ANALIZANDO PRECISAMENTE ESTE CASO, es decir, si seguirá manteniéndose la norma hasta hoy vigente, o si se la modificará, dando permiso a que las personas divorciadas, bajo ciertas circunstancias, y casadas nuevamente en segundas nupcias, puedan recibir la comunión, sin más trámites.


Un grupo de Padres sinodales espera que sea así, que se tenga misericordia con esas personas que ya han sufrido un fracaso en el amor, y están buscando otra oportunidad.

Pero otro grupo, actuando como si se tratara de simples "internas partidarias" propias de la democracia política, no de la jerarquía eclesial,  se mantiene inflexible y NO quiere que esa norma se modifique bajo ninguna circunstancia.
 

Si bien la Iglesia promueve y practica el diálogo, no se rige por el sistema democrático, como en los partidos políticos, sino por el sistema jerárquico, como en el Ejército. 


Por eso existe el voto de Obediencia, y los Cardenales, lo hacen específicamente al Papa: ESTE ES EL PUNTO
.



En tal sentido el Cardenal Reinhard Marx, Arzobispo de Munich y Freising, quien es además Presidente del episcopado alemán, demostrando absoluta falta de respeto al Papa, e inexplicable apuro para tomar su propia decisión, ciertamente equivocada, señaló que “no somos una sucursal de Roma". 

 
Atropella, de esa forma, dos leyes canónicas: 


  • la que se refiere a las personas divorciadas que contraen nueva unión,cuya situación les priva de recibir la Comunión Sacramental (Derecho Canónico Artículo 915),
  • y la autoridad de quien ocupa la Cathedra de Pedro. 
    (Derecho Canónico Artículo 333,
    §1 y §3).
  •  
Y ES EN ESE PUNTO DONDE SURGE EL PROBLEMA

Dice San Juan Pablo II en su Encíclica "Ecclesia de Eucharistia":

 

"Como es bien sabido, el canon 915 establece que: « No deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave. Entre los que se encuentran en esta situación irregular están incluídos:
a) las llamadas "uniones libres"; b) los que contraen solo matrimonio civil; y c) los divorciados que se vuelven a casar civilmente".

 

ESTA ES, HASTA HOY, DOCTRINA FIRME DE LA IGLESIA, DECLARADA EN EL CITADO CANON 915, DEL CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO.


No obstante, por expresa indicación del Papa Francisco, se trató este tema en el Sínodo de Obispos el año 2014, y se resolverá todo lo que atañe a tan delicada normativa en el siguiente Sínodo a celebrarse en este año 2015. 

 

Es decir, el tema será nuevamente analizado y tratado a fondo, pero, aunque algunos Cardenales ya sentaron su postura personal, férreamente incluso, como lo hizo el Cardenal Marx, nadie sabe lo que decidirá el Papa una vez escuchadas las conclusiones y propuestas del Sínodo.



La Cátedra de San Pedro por Bernini
en Roma, símbolo del magisterio del 
Sumo Pontífice.


¿Podrán comulgar los divorciados que se han vuelto a casar civilmente?
 

ES EN ESE PUNTO DONDE SURGE EL PROBLEMA: ¿QUÉ HACER AHORA?
   
  • ¿Responder a dicha interrogante cada cardenal u obispo, A SU MANERA, en la propia Diócesis, de espaldas a la Cathedra Petrina, subestimando al Sínodo y al Papa? 

  • ¿O esperar el pronunciamiento de la Iglesia a través del Papa asistido por el Sínodo?
Es decir:
  • ¿Seguir manteniendo la vigencia del Dogma del Cuerpo Místico, cuya Cabeza es Cristo y cuyo Vicario es el Papa, obedeciendo fielmente su decisión?
  • ¿O romper con el Dogma, ironizándolo incluso, como lo hizo el Cardenal Marx al expresar "no somos una sucursal de Roma"?

    Es demasiado chocante, más aún en boca de un Cardenal, la expresión "sucursal de Roma", la cual es despectiva por referirse a la Iglesia como a una simple "transnacional" tal como la Coca-Cola.


    Pero, aunque así fuera, ¡las sucursales también dependen del Presidente de la Empresa!


    Esa desgraciada expresión denota desprecio y altanería, dos actitudes absolutamente incompatibles con la vocación cristiana, y más aún con la dignidad de un purpurado que debiera ser, por excelencia, la luz, la sal, y el testimonio viviente del Mensaje de Jesús, al cual juró obediencia en la persona del Romano Pontífice, al ser nombrado Cardenal.



    Personalmente yo, como Psicólogo, considero que esas chirriantes y desacertadas expresiones son consecuencia de problemas psicológicos personales de este Cardenal, que asume actitudes de político y no de servidor de la Iglesia.


    Lamentablemente la vejez a algunos les trae irritabilidad e intolerancia, en lugar de prudencia y sabiduría.



    *En el cuerpo humano, ningún miembro, o sistema "es sucursal de la cabeza", pero todos ellos están supeditados a ella, porque de la cabeza parten las órdenes para salvaguardar la integridad del cuerpo y su salud, y no del estómago, o de los genitales, o del corazón, por importantes que estos sean


    *
    En el Cuerpo Místico de Cristo
    ningún cristiano, o diócesis "es sucursal de Roma", dado que Roma no tiene "sucursales" porque la Iglesia es Una, pero todos estamos supeditados a ella, porque la cabeza de la misma es el Vicario de Cristo, de cuyo Magisterio parten las órdenes para salvaguardar la integridad del Cuerpo y su salud, y no de las diócesis, o de las parroquias, o de las asambleas episcopales, por importantes que estas sean.


    * "Como Señor, Cristo es la Cabeza de la Iglesia que es su Cuerpo". (Catecismo de la Iglesia Católica, Art. 669)

    * "El Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de la función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad" (Encíclica "Lumen Gentium", 22).

    * "En virtud de su oficio, el Romano Pontífice no solo tiene potestad sobre toda la Iglesia, sino que ostenta también la primacía de potestad ordinaria sobre todas las Iglesias particulares y sobre sus agrupaciones, con lo cual se fortalece y defiende al mismo tiempo la potestad propia, ordinaria e inmediata que compete a los Obispos en las Iglesias particulares encomendadas a su cuidado. (Código de Derecho Canónico Art. 333 §1)
    * "No cabe apelación ni recurso contra una sentencia o un decreto del Romano Pontífice" (Código de Derecho Canónico Art. 333, §3)



    Sin entrar en vanas disquisiciones teológicas al respecto de estas normativas, pasadas por alto o pisoteadas por el citado Cardenal Marx, la simple lógica nos dice que,
     


  • siendo Cristo la Cabeza, y el Papa su Vicario,
  • el que se aparta del Papa, se aparta de Cristo, así de simple.



    Por si no fueran suficientes estas  normativas vigentes, y los razonamientos derivados de las mismas, vayamos a lo que dice al respecto el Evangelio:

     
    * "Como el sarmiento no puede dar fruto de sí mismo si no permanece en la vid, tampoco vosotros, si no permaneciereis en mi . Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada. El que no permanece en mí es echado fuera como el sarmiento y se seca, y los amontonan y los arrojan al fuego para que ardan" (Juan 15, 4-6)


    No valoro en absoluto ni respaldo la actitud personal y errada del cardenal Marx.

     
    No está en discusión en este artículo el tema pastoral de "si los divorciados pueden seguir comulgando o no".


  • Este artículo se refiere al tema de la insubordinación e indisciplina manifestadas en"la inapropiada y escandalosa conducta del Cardenal Reinhard Marx", Arzobispo de Munich y Freising, y Presidente del episcopado alemán.

    En tal sentido...

    • Este cardenal Marx sostiene su propia teoría referente al campo pastoral, la cual es favorable a los divorciados, y tiene todo el derecho para expresarla.

    • Pero él lo hace con una actitud inapropiada referente al campo disciplinario  descartando cualquier otra postura contraria a la suya, aunque provenga del Sínodo convocado por la autoridad del Papa, para lo cual no tiene derecho alguno.

    Esa insubordinación contra la autoridad del Romano Pontífice ha sido el origen de muchas sectas, y no es compatible con el juramento
  • que tiene lugar cuando asumen como cardenales,
  • y que lo renuevan ante cada nuevo Papa electo.

En efecto: una vez que el Cardenal elegido para ser Papa, declara el nombre que llevará como Pontífice de la Iglesia Católica, es llevado a la "Habitación de las Lágrimas", que está debajo de la Capilla Sixtina, para vestir su ropaje blanco.
Ya vestido de papa, el nuevo Pontífice regresa a la Capilla Sixtina, donde el resto de los Cardenales juran obediencia al nuevo sucesor de Pedro.

 

No le recomiendo al Cardenal Marx crear una secta en la cual él se convierta en el Pastor supremo, sino que se someta a la autoridad del Romano Pontífice, teniendo la certeza de que las palabras de Jesús expresan la Verdad y son eternas:



Y en los pasajes evangélicos referentes al Primado Petrino o Magisterio del Papa, leemos estas palabras de Jesús, que resonarán eternamente: 



"Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia... y cuanto atares en la tierra será atado en los cielos, y cuanto desatares en la tierra será desatado en los cielos". (Mateo 16, 13:20)


"Simón, Simón, he aquí que Satanás ha solicitado poder para zarandearlos como a trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falle; y tú, cuando te hayas vuelto, fortalece a tus hermanos".
(Lucas 22, 31-32)



"Después de haber comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo.

Él le dijo: Apacienta mis corderos.
Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas ?
Pedro le respondió: Sí Señor, tú sabes que te amo. 
Le dijo: Pastorea mis ovejas.
Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás. ¿Me amas?
Pedro se entristeció de que le dijese por tercera vez: ¿Me amas? 
y le respondió: Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes que te amo. 
Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas". (Juan 21, 15-17).


Así como el pastor cuida su rebaño y lo guía, para apacentarlo en verdes praderas, el Pastor Pedro debía hacer eso mismo con sus hermanos en la Fe: "fortalece a tus hermanos". 
Los teólogos no dudan de ver en esta metáfora del pastor, la figura del Papa, Padre y Pastor que fortalece en la Fe a la Grey de Cristo. 


Hace juego esta misma imagen con la parábola del Buen Pastor, que sale a buscar a la oveja perdida, y se regocija de haberla encontrado.

 

MUCHO LAMENTO QUE EL CARDENAL MARX NO QUIERA ESPERAR QUE, QUIEN HOY EJERCE EL MINISTERIO PETRINO, "ATE O DESATE" cuanto se espera del conflictivo tema del cual surgió ya un debate, cuyo final desconoceremos hasta que finalice el Sínodo y se pronuncie el Papa. 


DIOS NO PERMITA QUE ESTE PURPURADO, CARDENAL REINHARD MARX, SE APARTE DE LA DOCTRINA DE LA IGLESIA PARA FUNDAR ÉL UNA PROPIA, COMO LO HAN HECHO TANTOS OTROS CISMÁTICOS.



Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
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¿Comunión para divorciados en nueva unión? Una enérgica respuesta alemana al Cardenal Marx 

ROMA, 27 Mar. 15 / 03:42 am (ACI).- Un cardenal alemán defendió públicamente la doctrina católica ante las palabras de otros dos obispos que han sugerido que la Iglesia en el país puede establecer sus propias políticas sin la dirección de Roma.

El Cardenal Josef Cordes publicó una carta a inicios de mes objetando los pronunciamientos de prominentes líderes de la Iglesia en Alemania, para quienes la conferencia de obispos seguirá su propio programa de cuidado pastoral para matrimonios y familias sin importar los resultados de Sínodo de la Familia de octubre.

El 25 de febrero, en una conferencia de prensa que siguió a la asamblea plenaria de obispos alemanes, el Cardenal Reinhard Marx, Arzobispo de Munich y Freising, quien es además Presidente del episcopado, señaló que “no somos una sucursal de Roma. Cada conferencia de obispos es responsable por el cuidado pastoral y su contexto cultural y debe predicar el Evangelio en su propia y original manera. No podemos esperar por el sínodo para decirnos cómo tenemos que moldear la labor pastoral con matrimonios y familias”.

El Cardenal Marx, uno de los tres delegados alemanes para el Sínodo de octubre, se refirió a “ciertas expectativas” de Alemania para ayudar a la Iglesia a abrir las puertas y “bajar nuevos caminos”, y que “en doctrina, también aprendemos de la vida”.

El Purpurado fue secundado por el Obispo de Osnabruck, Mons. Franz-Josef Bode, que llamó al Sínodo sobre la familia un momento de "importancia histórica" y un "cambio de paradigma", insistiendo en que "la realidad de los hombres y el mundo" sea una fuente para la comprensión teológica.

Ante esto, el Cardenal Cordes –ordenado sacerdote de la Arquidiócesis de Paderborn y presidente emérito del Pontificio Consejo Cor Unum–, publicó una enérgica objeción a las declaraciones públicas de sus compañeros obispos en una carta el 7 de marzo al editor de Die Tagespost, un importante periódico católico de lengua alemana. El texto de la carta original fue traducida del alemán al inglés por Jan Bentz de CNA, agencia en inglés del grupo ACI.

“Dado que las palabras del más alto representante de los católicos en Alemania tiene un carácter de línea-guía y crea sustanciales revuelos en los medios, tiene sentido objetar públicamente algunos de los enunciados para limitar la confusión que han causado”, escribió el Cardenal Cordes.
Recordó que la conferencia de prensa de febrero estuvo enfocada en el Sínodo de la familia y en particular en la propuesta del también alemán Cardenal Walter Kasper, para admitir la comunión para los divorciados en nueva unión. “El problema fue abordado con hermosas palabras de ‘nuevas soluciones’ y ‘puertas abiertas’”, advirtió.

Incluso respondió a las palabras del Cardenal Marx, quien afirmó que la Iglesia en Alemania es un ejemplo. “Si él quiso expresar que Alemania es un ejemplo en la conducción de los fieles hacia el encuentro con Cristo, entonces pienso que el obispo está engañado por ilusiones. El existente aparato eclesial alemán es completamente incapaz de trabajar contra la creciente secularización”, sentenció.
“No sin razón”, añadió, Benedicto XVI instó encarecidamente a la Iglesia en Alemania a ser menos mundana durante su visita de 2011.

“En temas de fe, el realismo cuenta por encima de todo”, reflexionó el Cardenal Cordes. “Por tanto hay que considerar los hechos”. En ese sentido, recordó que un estudio muestra que entre los católicos de la parte occidental alemana, solo el 16 por ciento cree que Dios es personal. “El resto de católicos ve en Dios una providencia sin rostro, un destino anónimo”, o “simplemente niegan su existencia”.

Luego responde a las propuestas del Cardenal Marx sobre los divorciados vueltos a casar. “¡El presidente discute sobre el drama de los divorciados vueltos a casar! Este asunto va más allá de las particularidades regionales de naturaleza pragmática, de una mentalidad dada y antecedente cultural. Este asunto está ligado al centro mismo de la teología. En este terreno ni siquiera un cardenal puede aflojar un nudo gordiano tan complejo con un solo golpe de espada. Él tiene la teología sacramental del Concilio de Trento.

También tiene las palabras de Benedicto XVI, quien recientemente (21 de enero de 2012), dijo a la Rota Romana, la corte ordinaria de la Sede Apostólica, que nadie puede simplemente barrer sobre la legislación vinculante de la Iglesia cuando se trata de asuntos pastorales.

“Un pastor responsable no puede ser guiado por un ‘misericordia’ borrosa. Y mientras el presidente repite que en relación con el Magisterio, él quiere ‘permanecer dentro de la comunidad de la Iglesia’, él o ignora los límites que este Magisterio da al cuidado pastoral, o está despreocupado en hacer una declaración que lo haga sonar bien
.
El Cardenal Cordes lamentó que en los comentarios del Cardenal Marx, la idea de la comunión –entre obispos y con el Obispo de Roma–, eran muy escasos, “incluso aunque los obispos expresamente prometieron ‘unidad con el Colegio de Obispos bajo el Sucesor de Pedro’ durante su consagración episcopal. La sentencia: ‘no podemos esperar por un sínodo para decirnos cómo tenemos que moldear el cuidado pastoral para matrimonios y familias aquí, no está infundida con un espíritu de ‘Comunión’”.

Además denunció que el mensaje enviado por el Cardenal Marx “parece ser el resultado de una ‘obediencia que sigue adelante’, una estrategia profundamente política con la cual crear ‘hechos’ para dominar el proceso de toma de decisiones y presionar a sus colegas”.

Particularmente deplorable son las declaraciones dadas durante la conferencia de prensa de que las ‘nuevas soluciones’ –cada uno sabe qué significa- puedes ser teológicamente justificadas”, advirtió el Cardenal Cordes. “¿Quiere él decir que el dogma de la inseparabilidad del matrimonio se vuelve intolerable por las situaciones de vida de las personas vueltas a casar?”, cuestionó.

Luego, se refirió a las declaraciones de Mons. Bode, quien citó la constitución Gaudium et spes para apoyar su conclusión de que “no solo el mensaje cristiano tiene que encontrar resonancia con los hombres, sino también los hombres deben encontrar resonancia con nosotros”.

El Cardenal Cordes recordó que mientras la Gaudium et spes señala que “nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en los corazones de los seguidores de Cristo”, los padres del Concilio Vaticano II “llegaron a la conclusión que sería erróneo ver ‘los signos de los tiempos’ en la vida de los hombres como una ‘fuente de la fe’…y formalmente excluida la vergonzosa falacia de que ningún desafío de la Iglesia como tal sería una fuente de la fe”.

Por el contrario, señaló, la constitución dogmática del Vaticano II sobre la divina revelación, Dei verbum, “no deja dudas de que la fe en la Iglesia Católica se alimenta únicamente de la Sagrada Escritura y el Magisterio”.

“Independiente de esta dirección inequívoca, sería paradójico atribuir a una pequeña parte de la Iglesia, que vive en una situación espiritualmente lamentable pero objetivamente todavía irregular, la función de una fuente de la fe”, añadió

Concluyó escribiendo que “puede que los pastores que se reúnen en Roma este otoño también den orientación a la mayoría de los miembros practicantes de la Iglesia sobre cómo profundizar su matrimonio para enraizarlo en Jesucristo, y así puedan ser testimonios del poder de Dios en la vida del hombre para sus coetáneos”.

“Puede que los padres sinodales lleguen a la conclusión de pronunciar un profundo respeto por aquellos que nunca se casaron por segunda vez –quienes por fidelidad a su primer compromiso matrimonial no ingresaron en una segunda unión–. Esos casos también existen”, expresó. (FIN DEL ARTÍCULO).

Traducido por Eduardo Berdejo

Etiquetas: Matrimonio, Comunión, Divorciados en nueva unión, Obispos alemanes, Cardenal Josef Cordes, Cardenal Reinhard Marx, Iglesia en Alemania








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