domingo, 20 de julio de 2014

"TODOS LOS QUE HABLAN A FAVOR DEL ABORTO, YA NACIERON" (Ronald Reagan) (II)



Queridos amigos y lectores:



Lo que les voy a contar ahora, es otra historia real, relacionada con el aborto, muy parecida a la emotiva declaración de la madre del astro del fútbol, Cristiano Ronaldo.
Ocurrió en Francia, cuna de filósofos, teólogos, investigadores, artistas, y personalidades famosísimas en todo el mundo
¡Todo el encanto y el misterio de París, se reflejan en esta emblemática torre!

Una conmovedora anécdota histórica:


Una anécdota, muy comentada en las conferencias sobre el crimen del aborto, tuvo lugar en medio de un debate en la televisión francesa. 
En el curso del mismo, el Doctor Jerome Lejeune, dirigiéndose  a su oponente, que estaba a favor del aborto en los casos de peligro para la madre o para el feto, le presentó el siguiente problema pidiéndole su opinión al respecto, y le dijo:

-Un padre sifilítico y una madre tuberculosa tuvieron cuatro hijos: el primero nació ciego, el segundo murió al nacer, el tercero nació sordomudo, y el cuarto es tuberculoso. La madre quedó embarazada de un quinto hijo. ¿Qué haría usted?
-Yo interrumpiría ese embarazo.
-Tengamos un minuto de silencio. Usted le ha quitado la vida a Ludwig van Beethoven.


Ludwig van Beethoven, autor del "Himno a la Alegría" (9a. Sinfonía)

Lejeune estaba, por supuesto, en contra del aborto; su postura se vio rechazada por los pro-abortistas, especialmente cuando en su Francia natal se debatió y se aprobó (en 1975) la ley que permitía el aborto en caso de enfermedad incurable del feto, o de riesgo serio para la madre.

No tenemos la menor idea de cuántos talentos del deporte, como Cristiano Ronaldo, cuántos genios de la música como Beethoven, cuántos artistas, inventores, científicos, santos, investigadores, filósofos, y personas por cuya labor la Humanidad se encontraría hoy viviendo una epléndida calidad de vida, cien veces mejor que la actual, han sido mortalmente silenciados por la cuchilla implacable del maléfico abortista, clandestino o "legal": los dos matan por igual.

Siempre acostumbro a fundamentar firmemente mis escritos, no solo arrimando argumentos, sino citando las fuentes que me han servido para el comentario o la noticia.

Por eso me permito enriquecer este comentario, añadiendo algunos datos biográficos del protagonista de esta anécdota, el Dr. Jerome Lejeune. Los he tomado de InfoCatólica.

Pueden visitar ese sitio haciendo clik en este enlace:
Copio algunos párrafos de ese hermoso artículo

Este es el Dr. Jerome Lejeune. Él iba con paso firme camino al Premio Nobel, pero se atrevió a hablar contra la "Cultura de la muerte", y fue descalificado. Hasta el Premio Nobel se ha "vendido" a los poderosos.


Jerome Lejeune, un científico valiente

Nemesio Rodríguez Lois - 29 Mayo 2014
 
Pobre mundo el que nos ha tocado vivir; existe tal pereza mental que lo más común es ver cómo la gente no piensa y cuando actúa lo hace obedeciendo consignas que son del dominio público.
Y es así como, sin detenerse a reflexionar si una afirmación es falsa o verdadera, creen sin titubeos estribillos tales como “la familia pequeña vive mejor”, “antes de una relación usa el condón”, “el feto no es un ser humano”, etc., etc., etc.

Viene ocurriendo lo mismo que ocurría en la Alemania de los nazis, cuando Goebbels Ministro de Propaganda de Hitler, decía que "una mentira mil veces repetida acababa transformándose en una verdad", afirmación muy cierta, parecida al consejo perverso de Voltaire: Calumniad, calumniad que algo quedará.

Tan grande es el poder seductor de los medios.

Por tal motivo, cuando alguien tiene el valor de nadar contra corriente, primero causa extrañeza, y más tarde produce admiración.

Tal es el caso de uno de los más brillantes investigadores de la Medicina durante el  XX, el doctor Jerome Lejeune, catedrático de Genética de la Universidad de la Sorbona de París, científico de renombre universal que jamás temió las condenas de la opinión pública.

Verdades científicas

Para el doctor Lejeune, la Ciencia es algo tan serio como afirmar que el sol alumbra la Tierra; y, al adherirse a la verdad científica, sacó una serie de conclusiones que deseamos compartir con nuestros amigos lectores:


“Aceptar que después de la concepción un nuevo ser humano ha empezado a existir, no es ya cuestión de gusto o de opinión, sino una evidencia experimental”.

“Si el embrión no es desde el primer momento un miembro de nuestra especie, no llegaría a serlo nunca. Decir que no es un hombre, es lo mismo que decían los nazis: Un prisionero no es un hombre”.

“Todos los responsables de la salud saben perfectamente que los preservativos no pueden parar la epidemia del SIDA”.


  • “La anticoncepción es hacer el amor sin hacer el niño.
  • La fecundación ‘in vitro’ es hacer el niño sin hacer el amor.
  • El aborto es deshacer al niño.
  • Y la pornografía es deshacer el amor”.

Lejeune, siempre fiel a la verdad
 
En todas estas intervenciones, este catedrático de La Sorbona jamás titubeó en nadar contra corriente defendiendo las evidencias científicas.

Y al defender las evidencias científicas no hizo más que defender la Verdad y la Justicia.
Un hombre que, por defender la vida en todas sus etapas, fue hostilizado de mil distintas maneras. Se le inscribió en una especie de lista negra y esto influyó para que jamás le concedieran el Premio Nobel de Medicina.

Es triste comprobar cómo, a pesar de los descubrimientos de la Ciencia, muchos países se empeñan en legalizar crímenes como el aborto, o aberraciones como los mal llamados "matrimonios" de homosexuales.

Con ello, desorientan a la opinión pública la cual, inerme ante los medios, no reflexiona, y piensa que algo que está permitido por la Ley, tan sólo por eso, se convierte en algo bueno.
Algo tan absurdo como creer que, si se legislara como lícita la calumnia, tan sólo por eso dejaría de ser un delito

Jerome Lejeune, científico católico de nuestra época, comprendió muy bien todo eso y, fiel a la verdad que la Ciencia nos demuestra, se portó siempre con una coherencia y valentía que a todos nos asombra.

En Catholic.net encontramos los siguientes datos sorprendentes sobre este gran científico:

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Padre de la genética moderna, Jerome Lejeune 

Autor: Rosa Martha Abascal


Que no quede duda, el padre de la genética afirma contundente e inequívocamente dadas las evidencias, que abortar es quitarle la vida a un ser humano: dicho en una palabra, es matar.
"Al que viola las leyes naturales, solamente Dios puede perdonarlo verdaderamente; el hombre perdona a veces; la naturaleza no perdona jamás: ella no es una persona"

Lejeune es llamado el "padre de la genética moderna", por el asombroso descubrimiento que hizo sobre el Síndrome de Down.
  • En 1962 fue designado como experto en genética humana en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • En 1964 fue nombrado Director del Centro nacional de Investigaciones Científicas de Francia
  • y en el mismo año se crea para él en la Facultad de Medicina de la Sorbona la primera cátedra de Genética fundamental. Se transformó así en candidato número uno al Premio Nobel.
Aunque sus aportaciones como científico fueron enormes,
  • lo que más llama la atención es su calidad como ser humano
  • Es de todos conocido, que Jerome Lejeune estaba postulado para ser Premio Nobel, pero tenía que abandonar su línea pro vida y anti aborto… Esto significaba que no debía oponerse al proyecto de ley de aborto eugenésico de Francia.
  • A pesar de esto se opuso y fue mas allá, pues llevó la causa pro vida a las Naciones Unidas.
  • Se refirió a la Organización Mundial de la Salud diciendo: “he aquí una institución para la salud que se ha transformado en una institución para la muerte”.
  • Esa misma tarde escribió a su mujer y a su hija diciendo: “Hoy me he jugado mi Premio Nobel”. Y así fue, cayó en desgracia ante el mundo y la comunidad científica y el premio no le fue concebido.
  • Fue acusado de querer imponer su fe católica en el ámbito de la ciencia.
  • No faltaron miembros de la Iglesia que lo rechazaron.
  • Le cortaron los fondos para sus investigaciones. De repente se convirtió en un rechazado.

El fundamento de la defensa que dio sobre la vida es el siguiente: desde la fecundación, con a penas 1.5 mm de tamaño, ya existe un ser humano.
 

“Cada uno de nosotros tiene un momento preciso en que comenzamos. Es el momento en que toda la necesaria y suficiente información genética es recogida dentro de una célula, el huevo fertilizado y este momento es el momento de la fertilización. Sabemos que esta información esta escrita en un tipo de cinta a la que llamamos DNA... La vida esta escrita en un lenguaje fantásticamente miniaturizado. Éticamente es lo mismo matar a un ser humano de 1 dia, de 5 años o de 99 años… es una VIDA HUMANA”.

Por ello, también se opuso férreamente al término que muchos pro abortistas comenzaron a utilizar: pre embrión.
Horas antes de que Juan Pablo II sufriera el atentado que casi lo mata en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981, se había reunido Jerome con el para discutir asuntos de genética y la ética.
Era amigo personal de Juan Pablo II.

Como parte de sus obras de bien:
  • Creó una fundación para tratar el Síndrome de Down y otras alteraciones genéticas mentales que ha atendido a miles de personas con esta alteración, dándoles tratamiento físico y psicológico, orientándolos para tener una calidad de vida mayor y para que aprovechen las capacidades que tienen.
  • Por otro lado, su función de investigación para avanzar en temas de alteraciones genéticas es reconocida a nivel internacional. 
  • Su desafío es que algún dia pueda ser curable la trisomía o Síndrome de Down. Lejeune dijo: “Encontraremos una solución, es imposible no encontrar una. El esfuerzo intelectual necesario es mucho menor que el requerido para llevar al hombre a la luna". 
  • Juan Pablo II reconoció la excelencia del Dr. Lejeune nombrándolo Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, el 26 de febrero de 1994, pero murió el 3 de abril del mismo año, un Domingo de Pascua.
  • Con motivo de su muerte, Juan Pablo II escribió al Cardenal Lustinger de Paris diciendo: “En su condición de científico y biólogo era una apasionado de la vida. Llegó a ser el más grande defensor de la vida, especialmente de la vida de los por nacer, tan amenazada en la sociedad contemporánea, de modo que se puede pensar en que es una amenaza programada. Lejeune asumió plenamente la particular responsabilidad del científico, dispuesto a ser signo de contradicción, sin hacer caso a las presiones de la sociedad permisiva y al ostracismo del que era víctima”.
  • Con base en estos hechos contundentes de su vida, en la XIII Asamblea General de la Pontificia Academia para la vida que se llevó a cabo el 25 de febrero de 2007. El 28 de junio de ese año se anunció la apertura de la causa de beatificación y canonización del profesor Jerome Lejeune. Es muy significativo, que el proceso comience justo en plena campaña electoral francesa, dado que el empeño del Papa Benedicto XVI de recristianizar Europa, es congruente al proponer como modelo de vida a Francia y a Europa entera a un destacado europeo, científico renombrado, y modelo de cristiano laico.

Queridos amigos y lectores:

¡Qué asombroso!


¡TODO UN CIENTÍFICO DE RENOMBRE VA CAMINO A LOS ALTARES!

NO LO OLVIDEN: TODOS ESTAMOS LLAMADOS A ESA MISMA META, Y CONTAMOS CON TODOS LOS MEDIOS NECESARIOS PARA ALCANZARLA.

 

Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva

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