Queridos amigos y lectores:
Comparto con ustedes algunas fotos y un video, de aquel memorable sábado 11 de julio en Caacupe, donde tuve la dicha de verlo, apretarle el brazo al Santo Padre y recibir su bendición cuando ingresó a la Basílica, donde le estábamos esperando 700 invitados especiales, como invalorable premio por haber prestado algunos servicios a nuestra Iglesia.
Comparto con ustedes algunas fotos y un video, de aquel memorable sábado 11 de julio en Caacupe, donde tuve la dicha de verlo, apretarle el brazo al Santo Padre y recibir su bendición cuando ingresó a la Basílica, donde le estábamos esperando 700 invitados especiales, como invalorable premio por haber prestado algunos servicios a nuestra Iglesia.
Escuchar después su Homilía, a pocos metros, era como sentirse muy cerca de Jesús que nos hablaba. Las lágrimas corrían sin que pudiera entenderse el motivo.
Esto será imposible de olvidar.
Los invitados especiales, por haber realizado algún servicio importante a la Iglesia, ingresando a la Basílica de Caacupe el sábado 10 de julio a las 3 de la madrugada, para esperar la llegada del Papa, cuya Misa la celebraría a las 10.30 de ese día.
Van llegando los invitados. La Basílica se iba a cerrar, por seguridad, a las 7 de la mañana.
La larga espera supuso un sacrificio muy grande, pero todo sacrificio realizado con amor, resulta leve.
La barrera está al borde del pasillo por donde pasaría el Papa.
Pude ver, tocar y escuchar al Papa dentro de tan emblemática Basílica.
Tuve, además, la alegría de que me bendijera, a su paso, la estatuita de la Inmaculada Concepción, comprada en Caacupe, que tengo en mis manos, aguardando el momento del ingreso de Su Santidad.
Esa estatuita está destinada a la gruta que tengo en el jardín de mi casa en Asunción.
Agradezco a la Doctora Juana Ramírez Gómez, que está sentada a mi izquierda, estas fotos tomadas por su hija Bianca que estaba trabajando como Servidora dentro de la Basílica, y el video filmado por la Doctora.
Faltan
ya pocos minutos para que llegue el Papa. El Santuario está colmado.
Ingresaron también las Monjas Carmelitas de Caacupe, cuya clausura fue
levantada por el Obispo Claudio Giménez para tan magno acontecimiento.
Dentro del Santuario había plasmas bien grandes en los cuales era posible apreciar todo lo que ocurría afuera: el Papamóvil desde Curusu Peregrino, y su llegada en medio del clamor de millones de corazones, emocionados al límite, y rostros empapados por lágrimas de júbilo al paso del Vicario de Cristo el cual, para muchísimos, era la encarnación viva de Jesús
Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva.
Tel.0985 24 26 01
Dentro del Santuario había plasmas bien grandes en los cuales era posible apreciar todo lo que ocurría afuera: el Papamóvil desde Curusu Peregrino, y su llegada en medio del clamor de millones de corazones, emocionados al límite, y rostros empapados por lágrimas de júbilo al paso del Vicario de Cristo el cual, para muchísimos, era la encarnación viva de Jesús
FINALMENTE, EL VICARIO DE CRISTO INGRESA A LA BASÍLICA
Jamás
olvidaré estos momentos vividos en Caacupe, como si no estuviera
viviendo en la Tierra, sino inmerso en una dimensión diferente y
desconocida, saturada de profunda espiritualidad y de alegrías
indecibles.
Las lágrimas acudían sin ninguna explicación lógica.
Cordiales saludos:
Tel.0985 24 26 01
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