ORACIÓN PARA EL AÑO NUEVO

Queridos amigos y lectores:

Al llegar el Año Nuevo, muchos piensan solamente en brindar por un año mejor.

Y eso está muy bien, cuidándose de los excesos, obviamente.

Pero, tal vez, no sean tantos los que se acuerdan de Dios, "Dueño del tiempo y de la eternidad", a quien le debemos la vida, en esos momentos finales del año viejo.

Son muchos también los que aguardan el Año Nuevo, esperando que, con él, se vayan todas las penas, problemas y sinsabores, y que año que está llegando "traiga" salud, prosperidad y bienestar.

Pero el Año Nuevo no trae nada: el mismo no existe como si fuera una persona.

Somos nosotros los que traemos eso a nuestra vida, enmendando, tal vez, ciertos errores y rencores del pasado, para alcanzar mayor éxito y bienestar creciente en el año que comienza.

Les propongo hacer, desde el momento en que la reciban, esta bella oración, proveniente de Catholic.net, para reflexionar más a fondo en los pensamientos precedentes.

Obviamente que no será posible rezarla justo a las 12 de la noche del 31 de diciembre, porque en ese momento ocupan un lugar muy importante los abrazos, los besos, las reconciliaciones, y todo lo que se estila hacer en ese instante mágico y privilegiado.

Por eso les propongo hacerla en los días anteriores al año que termina, y en los primeros días del que se inicia.

Y LES DESEO FELICIDAD Y ALEGRÍA,
FRUTOS DE LA PAZ Y LA ARMONÍA ESPIRITUAL,
PARA EL 2015 QUE YA ESTÁ A LAS PUERTAS
DE NUESTRO TIEMPO TERRENAL.

Un abrazo cariñoso y sincero:

Dr. Francisco Oliveira y Silva.

ORACIÓN PARA EL AÑO NUEVO

Autor: . | Fuente: catholic.net

Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad,
tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias
por todo aquello que recibí de Ti.

 Gracias por la vida y el amor, por las flores,
el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto
fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que
pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos
y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas y los antiguos amores,
los más cercanos a mí y los que estén más lejos,
los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar,
con los que compartí la vida, el trabajo,
el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
 
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando
y que hasta ahora vengo a presentarte.
 
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios
nuevamente te pido perdón.

En los próximos días iniciaremos un nuevo año
y detengo mi vida ante el nuevo calendario
aún sin estrenar y te presento estos días
que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad
llevando a todas partes un corazón lleno
de comprensión y paz.

Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios
a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno
que mi espíritu se llene sólo de bendiciones
y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría para que,
cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí
encuentren en mi vida un poquito de Ti.

Danos un año feliz y enséñanos
a repartir felicidad.

Amén