sábado, 21 de noviembre de 2015

SUBLIMES MOMENTOS DE CIELO , ESCUCHANDO "LA PASIÓN SEGÚN SAN JUAN"



Queridos amigos y lectores:


El Maestro Diego Sánchez, y el compositor Juan Sebastián Bach
hicieron posible el milagro de sentirlo a Dios en un imborrable concierto.


Una muy fuerte e inolvidable experiencia espiritual y artística hemos vivido, durante la magistral interpretación coral y orquestal de "La pasión según San Juan", del inmortal compositor Juan Sebastián Bach.


Oleadas de Cielo recorrían el recinto del templo de la Santísima Trinidad, donde tuvo lugar tan sublime concierto.


Esta obra cumbre de la música sacra, dirigida por el Maestro Diego Sánchez Haase, fue interpretada el jueves 19 de noviembre de 2015, con motivo de sus Bodas de Plata como Director orquestal y coral.



En un momento de muy intensa emoción se me ocurrió escribir algo referente a Bach y a Diego Sánchez, cuyas vidas, creadas por Dios ciertamente, han hecho posible nuestro disfrute de tan valioso tesoro del arte musical.



Entonces, bajo una inesperada inspiración creativa, me puse a parodiar el Génesis en cuyas páginas se describe, simbólicamente por cierto, la Creación del mundo en siete días.


 Después de cada obra creada se lee "y vio Dios que era bueno".
Y, antes de crear a la mujer, Dios dijo "no es bueno que el hombre esté solo; hagámosle una compañera".

 

Con esos elementos inventé un supuesto octavo día de la Creación y escribí una breve y original ficción.



Terminado el concierto, le leí mi escrito al querido Maestro Diego, después de un fuerte y sincero abrazo de felicitaciones por su magistral dirección de tan compleja partitura, cuya interpretación fue aplaudida, vivamente, por espacio de varios minutos.



Les copio el párrafo que escribí:



"En el octavo día dijo Dios: no es bueno que la humanidad se quede sin el relato cantado de la Pasión del Verbo. Tomó entonces Dios la belleza de todos los amaneceres, la dulzura del canto de todas las aves, la grandiosidad imponente de todas las montañas, y la armonía perfecta de todas las esferas del firmamento y, con tan sublimes bellezas, hizo Dios a Bach y a Diego Sánchez: y vio Dios que eso era bueno".


Nos reímos, por supuesto, con una mezcla de sorpresa y alegría, ante tan curiosa ficción: pero la misma refleja mis sinceros sentimientos hacia estos dos hombres: el autor de la obra, y el Maestro que se especializó en interpretarlas.

Se lo leí también después, a varias otras personas: a mi esposa, que me acompañó al concierto, a mis tres hijas que forman parte de tan potente coro, a algunos amigos, y la comparto ahora aquí, porque mi alma ha quedado transida de vivencias espirituales que necesito compartirlas.






Cordiales saludos: 
Dr. Francisco Oliveira y Silva

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