sábado, 20 de septiembre de 2014

¡HACIA LOS 500 AÑOS DEL NACIMIENTO DE SANTA TERESA DE JESÚS!



Queridos amigos y lectores:
NOS ESTAMOS ENCAMINANDO A LA CELEBRACIÓN DE
LOS 500 AÑOS DEL NACIMIENTO DE TERESA DE ÁVILA.


Nace en Ávila, España, en 1515, con el nombre de Teresa de Ahumada. En su autobiografía ella misma menciona algunos detalles de su infancia: su nacimiento de «padres virtuosos y temerosos de Dios».

La vida terrena de Teresa termina precisamente mientras está comprometida en la actividad de fundación. En efecto, en 1582, después de haber constituido el Carmelo de Burgos y mientras se encuentra camino de regreso a Ávila, muere la noche del 15 de octubre en Alba de Tormes, repitiendo humildemente dos expresiones: «Al final, muero como hija de la Iglesia» y «Ya es hora, Esposo mío, de que nos veamos».
Una existencia consumida dentro de España, pero entregada por toda la Iglesia.

Beatificada en 1614 por el Papa Pablo V y canonizada por Gregorio xv en 1622, el siervo de Dios Pablo vi la proclama «doctora de la Iglesia» en 1970.
(Datos tomados de: AUDIENCIA GENERAL BENEDICTO XVI
Miércoles 2 de febrero de 2011  [Vídeo]

Teresa de Jesús - La Santa Sede www.vatican.va/holy_father/.../hf_ben-xvi_aud_20110202_sp.html
Recomiendo vivamente hacer clik en este enlace para acceder a una información completa acerca de esta mujer que Dios regaló a su Iglesia.
BREVE REFLEXIÓN:

He tenido el honor de dar algunas conferencias acerca de la Psicología y la Vida religiosa a las Hermanas Carmelitas de Asunción y de Caacupé.

Me cupo también la oportunidad de vincularme mucho más estrechamente con esta dignísima Orden, conversando con algunas de las Hermanas, postulantes, novicias y profesas, en mi consultorio.
 
He llegado a la conclusión de que recibir de Dios el llamado a abrazar la vida monástica en esta Orden es un privilegio cuya grandeza solo podrá comprenderse al pasar de esta vida a la otra, ya llegando a la Casa del Padre, para celebrar la Boda eterna con el Divino Esposo, viéndolo, por fin,"cara a cara".

En una de las conferencias en la que toqué, de paso, el significado de las rejas, les dije, entre otras cosas, que las rejas no están ahí como un elemento material de seguridad contra los ladrones, ni como barrotes de una cárcel para evitar que alguien se escape, sino que tienen un simbolismo místico y dulce. 

Esas rejas constituyen la representación física de la entrega total, exclusiva y eterna al Amor de los Amores, al cual juramos fidelidad absoluta, permaneciendo en el mundo pero dejando para siempre de pertenecer al mundo.
Y que esas rejas las llevamos también los laicos dentro del corazón, y son los Diez Mandamientos, a los cuales el Papa San Juan Pablo II se refirió en los siguientes términos cuando nos visitó en el Paraguay, y se dirigió a los jóvenes concentrados en Ñu Guasu:

"Jóvenes del Paraguay, con las mismas palabras de Cristo, yo os digo: amad al Señor con todo vuestro corazón, con toda vuestra alma y con toda vuestra mente. No veáis nunca los mandamientos como algo negativo, como preceptos que limitan la libertad o como avisos de castigo. Los mandamientos se entienden, se convierten en fuerza liberadora, cuando uno procura entender y cumplir el gran mandamiento del amor a Dios sobre todas las cosas".


Entonces, les dije, estas rejas no son barrotes que anulan nuestra libertad, sino el camino que nos conduce a ella.

Y a dichas rejas les dediqué un poema, que lo compuse para las Hermanas carmelitas, en letra y música, utilizando la métrica del soneto, versificación del agrado de Teresa de Jesús, que escribió también numerosas poesías.

Le puse por título. "Mis Rejas"


Estáis allí, como el amor divino,
brindando siempre protección segura:
sois refugio y solaz al alma pura,
que ha consagrado a Cristo su destino.

Tras de vosotras encontré el camino
que lleva al ser humano hasta la altura,
donde se encuentra el bálsamo que cura
el dolor del cansado peregrino.

Rejas sublimes, sois la vida mía:
estáis en mí como el Amor Hermoso,
llenándome de paz y de alegría.

Y sois la luz del Cielo esplendoroso
que habito, con Teresa y con María,
en la mística Boda con mi Esposo.

  • El Papa Pío XII, refiriéndose a las personas que se consagran a la vida contemplativa, dijo que esas comunidades tienen una función vital para la Iglesia: “...son lo que las raíces para un árbol. Si un árbol no tiene raíz, se seca. Podríamos decir también, que los contemplativos son los pulmones de la Iglesia".


  • En una de mis conferencias a la Comunidad de Hermanas Carmelitas de Caacupé, yo les dije que a ellas se pueden aplicar las palabras del Salmo 84:"Halla una casa el pájaro, y la golondrina un nido donde poner sus polluelos.Yo he hallado tus altares, ¡oh Señor, rey mío y Dios mío! Bienaventurados los que moran en tu casa, y continuamente te alaban". Y ese es el quehacer de ellas: vivir y morir junto al Altar del Señor dejando brotar del corazón las alabanzas al Rey.
  • Abandonar la vocación carmelitana, entonces, es comparable con el acto de regalar un tesoro a algún desconocido, por no haber apreciado su inmenso valor.
LES ACERCO AHORA LA INTERPRETACIÓN CORAL REALIZADA POR CARMELITAS, DE LA FAMOSA SENTENCIA TERESIANA: 


"NADA TE TURBE, NADA TE ESPANTE"

https://www.aciprensa.com/.../video-de-coro-virtual-carmelita-se-vuelve-..
Dejo estos comentarios como humilde y sincero homenaje a nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, como uno más de tantos regalos que le están llegando al Cielo por su maravilloso 500 cumpleaños.

 
Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva.

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