Muy queridos amigos:
Se va aproximando la Nochebuena. ¡Cuántas emociones bullen en el alma!
¡Cuántos recuerdos!
Los inocentes recuerdos de las Navidades vividas en la infancia, y los más graves o penosos, tal vez, de las más recientes...
Mi más ferviente deseo es que todos ustedes puedan hacer propicio este tiempo, tan cargado de energías positivas, para tomar las mejores decisiones, que contribuyan para mantener el correcto rumbo de sus vidas, o para ENDEREZARLO, si eso fuera necesario.
Recuerden, por favor, que NO SIEMPRE LO PASADO ES PISADO, como solemos escuchar.
Si lo pasado ya no aporta nada útil al presente, sí: es mejor olvidarlo, no depender dolorosamente de él.
Pero si en el pasado existen destellos de alegría, de amor, de emociones imborrables, que infundieron más vida a nuestras vidas, o que dieron un profundo sentido a la propia existencia, es importante que esos momentos reverdezcan, más intensamente ahora, y que los saboreemos de nuevo, ya a la luz de la sabiduría que nos dan los años.
LES ENVÍO UNAS PINTURAS QUE PARECEN FOTOS.
Lo hago por dos motivos:
Primero, porque en todas ellas se refleja la pureza de las emociones de sus protagonistas, habilísimamente captadas por el mágico pincel de los artistas.
Segundo, porque hay muchos niños en esos cuadros, y personas cuya inocencia nos recuerda que el Niño Dios viene en camino, y que será, para nosotros, una enorme dicha el poder darle albergue en nuestros hogares, ofreciéndole lo mejor de cada uno, como lo es el propósito de enmendar lo malo que, tal vez, hayamos hecho, y la decisión de volver a ser niños desde el fondo del alma.
Cada una de estas fotos puede ser una Postal de Navidad que les envío.
¡Que tengan una maravillosa Nochebuena, y un óptimo inicio del Año Nuevo!
Que no solamente cambiemos el calendario: sino todo lo que tengamos que cambiar en nuestras vidas.
Con inmenso cariño les saludan:
Dr. Francisco Oliveira y Silva y Familia.
Se va aproximando la Nochebuena. ¡Cuántas emociones bullen en el alma!
¡Cuántos recuerdos!
Los inocentes recuerdos de las Navidades vividas en la infancia, y los más graves o penosos, tal vez, de las más recientes...
Mi más ferviente deseo es que todos ustedes puedan hacer propicio este tiempo, tan cargado de energías positivas, para tomar las mejores decisiones, que contribuyan para mantener el correcto rumbo de sus vidas, o para ENDEREZARLO, si eso fuera necesario.
Recuerden, por favor, que NO SIEMPRE LO PASADO ES PISADO, como solemos escuchar.
Si lo pasado ya no aporta nada útil al presente, sí: es mejor olvidarlo, no depender dolorosamente de él.
Pero si en el pasado existen destellos de alegría, de amor, de emociones imborrables, que infundieron más vida a nuestras vidas, o que dieron un profundo sentido a la propia existencia, es importante que esos momentos reverdezcan, más intensamente ahora, y que los saboreemos de nuevo, ya a la luz de la sabiduría que nos dan los años.
LES ENVÍO UNAS PINTURAS QUE PARECEN FOTOS.
Lo hago por dos motivos:
Primero, porque en todas ellas se refleja la pureza de las emociones de sus protagonistas, habilísimamente captadas por el mágico pincel de los artistas.
Segundo, porque hay muchos niños en esos cuadros, y personas cuya inocencia nos recuerda que el Niño Dios viene en camino, y que será, para nosotros, una enorme dicha el poder darle albergue en nuestros hogares, ofreciéndole lo mejor de cada uno, como lo es el propósito de enmendar lo malo que, tal vez, hayamos hecho, y la decisión de volver a ser niños desde el fondo del alma.
Cada una de estas fotos puede ser una Postal de Navidad que les envío.
¡Que tengan una maravillosa Nochebuena, y un óptimo inicio del Año Nuevo!
Que no solamente cambiemos el calendario: sino todo lo que tengamos que cambiar en nuestras vidas.
Con inmenso cariño les saludan:
Dr. Francisco Oliveira y Silva y Familia.
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