martes, 12 de diciembre de 2017

UNA HOMILÍA DE DENUNCIA PROFÉTICA FUNDADA EN LA BIBLIA



Queridos amigos y lectores:

Resultado de imagen para biblia y politica
DONALD TRUMP HABLA DE POLÍTICA REFIRIÉNDOSE A LA BIBLIA
LOS OBISPOS HABLAN DE LA BIBLIA REFIRIÉNDOSE A LA POLÍTICA
¡Un político hablando de Dios! ¡Un religioso hablando de Política!

Es que Política y Espiritualidad van de la mano y se complementan. Ambas defienden idénticos valores: libertad, solidaridad, justicia, protección al pobre, igualdad de derechos, no robar, no dejar impunes las faltas.
Pretender separar la Espiritualidad de la Política, es tan absurdo como pretender separar la Preparación física de los jugadores, del Encuentro deportivo en el que lucharán por una Copa.

Sin preparación física se perderán los partidos deportivos.
Sin principios bíblicos fracasarán los proyectos políticos.

Algunos compatriotas, desconocedores de esta diamantina realidad, o hipócritas de corazón, criticaron con aspereza la impecable homilía de monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupe, durante la Misa central del 8 de diciembre, pronunciada delante del presidente Cartes y otras autoridades.

Los innumerables aplausos vigorosos de los miles de peregrinos, íntimamente conmovidos por las valientes palabras del obispo, rubricaban, con fuerza de pueblo, la intachable veracidad de tan certeras críticas, que caían sobre la multitud como el esperado bálsamo destinado a paliar el dolor de tantas injusticias, y el sangriento flagelo de la impúdica corrupción que campea en la mayoría de los estamentos políticos. 

Mientras el pueblo sufre, los ladrones disfrutan del impune saqueo a las arcas del estado. 
¿No es verdad todo esto? ¿Está prohibido a los religiosos hablar de esto?

También es verdad que hay clérigos que cometen faltas gravísimas, como la pedofilia o el acoso sexual. 
Pero esos malos sacerdotes representan solo el 0,2% del clero, es decir, que el 99,8% se mantiene fiel a Cristo. 

Hago esta aclaración porque los hipócritas siempre pretenden desvalorizar las denuncias hechas por sacerdotes y obispos, soltando el barro de la errada acusación de "iglesia pedófila", sin recordar que más de dos mil millones de católicos somos esa iglesia, y estamos muy lejos de tales acusaciones mentirosas e injustas.

No se dieron cuenta o no quisieron hacerlo, de que las rotundas afirmaciones acerca de los problemas políticos que agobian a millones de compatriotas, ¡iban acompañadas de citas de la Biblia referentes al tema!

No recordaban tampoco, o no quisieron recordar, las iluminadoras palabras del Papa Francisco durante su visita al Paraguay, especialmente en el discurso que hizo en el León Condou, también delante del presidente Cartes y otras autoridades, especialmente cuando dijo "¡Qué mentiroso que sos!", refiriéndose a ciertos políticos embusteros.

Denunciar las injusticias por parte de los pastores del rebaño de Cristo, es un deber ineludible y sagrado, aunque esta denuncia les cueste la vida, como ocurrió con algunos profetas bíblicos.

Pretender encerrar a los predicadores en sus sacristías y templos, o censurar sus homilías, como pretendió hacerlo Hillary Clinton, exigiendo que las mismas se limiten a hablar solamente de prácticas piadosas, es como pretender encerrar en bibliotecas a los investigadores, negándoles el derecho de publicar sus valiosísimos descubrimientos.

A modo de ilustración dividiré  lo que sigue en dos partes: 
  • Primero, citaré al Papa refiriéndose a situaciones políticas. 
  • Y segundo, transcribiré partes de la homilía de monseñor Ricardo Valenzuela, CON LAS CITAS BÍBLICAS QUE EL OBISPO ADOSÓ A CADA DENUNCIA.


PRIMERO.
FRASES DEL PAPA FRANCISCO:

"Mientras las ganancias de unos pocos van creciendo exponencialmente, las de la mayoría disminuyen. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera, negando el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común". (16 de mayo de 2013).

"El futuro exige hoy la tarea de rehabilitar la política, rehabilitar la política, que es una de las formas más altas de la caridad. El futuro nos exige también una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más y mejor la participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza. Que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad: éste es el camino propuesto. Ya en la época del profeta Amós era muy frecuente la admonición de Dios: “Venden al justo por dinero, al pobre por un par de sandalias. Oprimen contra el polvo la cabeza de los míseros y tuercen el camino de los indigentes” (Am 2,6-7). Los gritos que piden justicia continúan todavía hoy." (27 de julio de 2013, Clase dirigente).

"La política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común. Tenemos que convencernos de que la caridad “no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas”. ¡Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres! Es imperioso que los gobernantes y los poderes financieros levanten la mirada y amplíen sus perspectivas, que procuren que haya trabajo digno, educación y cuidado de la salud". (24 de noviembre de 2013, no. 205).

"El colonialismo, nuevo y viejo, que reduce a los países pobres a meros proveedores de materia prima y trabajo barato, engendra violencia, miseria, migraciones forzadas y todos los males que vienen de la mano… precisamente porque, al poner la periferia en función del centro, les niega el derecho a un desarrollo integral. Y eso, hermanos, es inequidad y la inequidad genera violencia, que no habrá recursos policiales, militares o de inteligencia capaces de detener". (9 de julio de 2015, Movimientos Populares) 

"Deseo expresar la convicción de que la autoridad política no sólo debe garantizar la seguridad de sus propios ciudadanos ―concepto que puede ser fácilmente reducido al de un simple “vivir tranquilo”―, sino que también está llamada a ser verdadera promotora y constructora de paz". 

SEGUNDO.
FRASES DEL OBISPO RICARDO VALENZUELA:
La primera parte se refirió exclusivamente a la Festividad de la Virgen María.
Me limitaré a citar la segunda mitad de la homilía

"Nos lastima y preocupa la acentuada gravedad de la crisis de la moral pública y privada, de la vida política y de la administración judicial, de la situación de injusticia social y económica de la población. Es evidente el malestar generalizado, el descontento de grandes sectores ante la conducta de dirigentes y autoridades, que parecen desconocer esta realidad. 
Reconocemos que hay avances en algunos sectores, pero con profunda preocupación vemos, el atraso que padecemos en otros sectores, que las autoridades no pudieron o no quisieron superar por dar prioridad a sus ambiciones personales y de sus grupos, se ve hoy en los pobres centros educativos sin techos, en los abandonados hospitales sin remedios, en los precarios puentes y los caminos intransitables, y en la zozobra permanente que sufre la población por falta de seguridad, especialmente el norte del país angustiada por la banda del EPP, que tiene en su poder a cinco compatriotas secuestrados, otra navidad sin ellos. 

La casi 3 ausencia del estado en el Alto Paraguay, la porción grande de la población que no tiene agua potable ni camino de todo tiempo y así, tantos otros marginados, que sería imposible nombrarlos a todos. 
¿Qué dice el Señor?: "Escuchen esto, ustedes, los que pisotean al indigente para hacer desaparecer a los pobres del país. Ustedes dicen: “¿Cuándo pasará el novilunio para que podamos vender el grano, y el sábado, para dar salida al trigo? Disminuiremos la medida, aumentaremos el precio, falsearemos las balanzas para defraudar; compraremos a los débiles con dinero y al indigente por un par de sandalias, y venderemos hasta los desechos del trigo”. El Señor lo ha jurado: Jamás olvidaré ninguna de sus acciones" (Am 8, 47). 

El sector estatal en general de nuestro país, notamos que está sobre poblada de gente y muchas de ellas deshonesta y de actos de corrupción que todos los días, van saliendo a la luz pública por los diversos medios o divulgada en las redes sociales. Todos los días se publican hechos de desvergonzados robos en el manejo de bienes y fondos públicos. Desde los puestos de oficinas y grandes cargos se producen toda clase de actos de despojo o abusos del Presupuesto nacional, que se denuncian. Por lo tanto, no tendremos la conciencia tranquila si no denunciamos a los corruptos y clamamos por justicia, no podemos permanecer indiferente. Que todos los paraguayos , tomemos conciencia de esta grave situación o de lo contrario, el silencio, nos convierte en encubridores de estas autoridades deshonestas que están malversando recursos públicos que deben emplearse en beneficio de todos. 
¿Qué nos dice el Señor?: "No torcerás el derecho, no harás acepción de personas, no aceptarás soborno, porque el soborno cierra los ojos de los sabios y corrompe las palabras de los justos". (Dt, 16, 19). 

Hermanos, esta es la corrupción, que violenta los derechos esenciales de los ciudadanos, en la medida en que priva al Estado de los recursos materiales necesarios para que todos puedan acceder a la Justicia, así como a la salud y a la educación pública, entre otras cosas. Cuando se malversa el dinero procedente del pago de los impuestos, toda la nación resulta afectada. Es necesario que en nuestro país surjan fiscales y jueces honestos, valientes que hagan frente a estos que dicen ser servidores públicos, siendo deshonestos, y que se haga justicia con ellos. 
¿Qué nos dice el Señor?: "Maldito quien acepte soborno para quitar la vida a un inocente" (Dt 27, 25). 

Hablando de justicia, la nuestra se encuentra en una de sus horas más delicada en los últimos tiempos. Estamos constatando que no es pronta ni barata, y además responde directamente al poder político. La balanza se inclina dependiendo del lado donde se ubica quien tiene más influencias. Los que deshonran las instituciones democráticas deben ser investigados, y sancionados, pues, son una ofensa para la República. 
¿Qué nos dice el Señor?: "Yo procedo con rectitud de corazón en los asuntos de mi casa; nunca pongo mis ojos en cosas infames. Detesto la conducta de los descarriados y no los cuento entre mis amigos; la gente falsa se aparta de mí y nunca apruebo al malvado. Al que difama en secreto a su prójimo lo hago desaparecer; al de mirada altiva y corazón soberbio no lo puedo soportar" (Sal. 101, 2-5).
" Justicia y Derecho sostienen tu trono" (Sal 89, 14). 

Queridos hermanos: Nos encontramos en vísperas de elecciones, y si deseamos promover y mantener una conciencia y una verdadera convivencia ciudadanas, no podemos esquivar preguntas como, ¿a quién vamos a elegir?, ¿qué clase de candidatos deseamos? 
En este preciso momento social, es oportuno recordar, con más fuerza, lo que el Papa Francisco pidió en la 'Evangelii Gaudium', en el número 205: "Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad, la sociedad, el pueblo y la vida de los pobres". 

Recordamos a cuantos están empeñados en la vida pública y en la campaña electoral que busquen el Bien Común, que no se realicen componendas políticas desechando principios morales y éticos. No prometan cosas que no van a cumplir. No pretendan el triunfo a base de mentiras y engaños que oscurecen cada vez más el futuro político de nuestro país. Recordamos la inmoralidad que supone la compra de votos aprovechándose de la ignorancia y angustiosa situación económica de los ciudadanos. Estos medios solamente sirven para degradar a quienes venden su propia conciencia y a quienes se aprovechan de su conciudadano. 

Por eso la ciudadanía exige, que los candidatos sean hombres honestos, eficaces en su gestión pública, que no tengan procesos judiciales y que lleven una familia bien constituida. Si los paraguayos queremos sumarnos a la construcción de un país más justo y equitativo, en el que todos puedan vivir con dignidad y en paz, debemos pregonar con fuerza, claridad y coherencia, los criterios de la justicia social, reclamando nuevos líderes y sobre todo honestos y patriotas. 

Suele relatarse que en los comienzos de la Guerra del Chaco, un diplomático extranjero, reunido con otros, sostuvo, en contra de la mayoría de sus colegas, que el Paraguay no iba a perder la guerra. Su argumento al respecto consistía en que ese mismo día había visitado alministro de Guerra y Marina (de Defensa Nacional, se diría ahora) y observó que aquel llevaba unas medias remendadas."Este país tiene gobernantes honestos ", era su conclusión y, por lo mismo, pensaba que no podía sino salir victorioso en la contienda. 
No nos consta de si es verdad o no la anécdota. Si lo fuera, no harían falta más palabras: pues se concluye que la honestidad, es ingrediente indispensable para el gobierno de una nación y más todavía, cuando se encuentra en graves problemas. Pero aun si la anécdota en sí misma no fuese real, el hecho incuestionable sigue siendo que la honradez del gobierno nacional de aquel tiempo -honradez de la cual hoy no se duda- fue uno de los factores morales decisivos para el éxito de la defensa del Chaco. 

Volvemos a insistir. La corrupción es una de las grandes causas del triste estado de cosas que está viviendo la nación. 
Como dice el profeta Isaías: "Cuando la corrupción toca su fondo, todo se cae". 

Lograr que el gobierno y, en general, todo el funcionariado público sea honesto, es hoy como lo fue en todos los tiempos y sobre todo en los de crisis, una misión tan imperiosa como indispensable. Sin honestidad, no se gana nunca. 
Y algo más: nadie ha de esperar que la tarea de recuperar la honradez pública comience desde abajo y suba luego hasta los más altos cargos. 
Este asunto, como lo confirma la experiencia nacional, funciona al revés: el ejemplo debe venir de arriba y expandirse cuanto antes en todas las jefaturas, en todos los estamentos. 
Y no solo debe venir el ejemplo, sino también la sanción a quien sea hallado en falta. 

Sin honestidad, insistimos, no se gana ninguna guerra, no se puede superar ningún problema. El 28 Agosto 1963, Martin Luther King, en su célebre discurso durante la Marcha a Washington por Trabajos y por la Libertad, expresó : 
" Yo tengo un sueño, que algún día, con fe podremos labrar de la montaña de la desesperación, una piedra de esperanza. Con esta fe podremos transformar el sonido discordante de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, pararse juntos por la libertad, sabiendo que algún día seremos libres, y este es el día". 

También yo y todo ciudadano común del país, tenemos un sueño: " La esperanza de vivir días mejores en un Nuevo Paraguay". Donde la Iglesia, los poderes del Estado, los centros de enseñanzas, las empresas, las asociaciones diversas entre personas, las familias y los individuos, promuevan la vida y el respeto a la familia. Donde se de la búsqueda incansable del bien común como lo fundamental para que cada paraguayo tenga una vida digna, una buena educación, pan, tierra, techo y trabajo digno para todos, salud integral para que el hombre se sienta realizado en la vida diaria, seguridad para todos los habitantes, justicia rápida y eficaz, etc., son nuestros sueños. 

Pero este es nuestro sueño mayor: que los candidatos, políticos, los representantes del pueblo, quienes serán o fueron investidos con el gran poder de servir al pueblo, tengan el valor, el coraje de ponerse medias remendadas, eso significa, honestidad a toda prueba, autenticidad, integridad y dotado de un profundo patriotismo. 

Solo le pedimos a estos candidatos que NO nos trunquen este SUEÑO de siete millones de paraguayos. Que no nos roben la última gota de esperanza, así como este humilde campesino que vino a depositar esa su esperanza a los pies de la Virgen.Por eso son cruciales para el Paraguay estas próximas elecciones. 
Y el Señor nos advierte: "Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes". (Deuter. 30, 19). 

Tu eliges! De ti depende que nuestro sueño sea realidad!!!! Que la Inmaculada Concepción, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, nos guíe y proteja siempre. Y con la intercesión de nuestro santo compatriota, ilustre ciudadano paraguayo, Roque González de Santa Cruz, y la de sus compañeros mártires emprendemos este caminar con los ojos puestos en la meta de nuestro sueño, de gozar de una patria nueva. Así sea.

HUELGA TODO COMENTARIO.

Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva

ENLACE PARA LEER LA HOMILIA COMPLETA:

No hay comentarios:

Publicar un comentario