jueves, 6 de abril de 2017

"¡QUÉ MENTIROSO QUE SOS!"



Queridos amigos y lectores:

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"¡QUÉ MENTIROSO QUE SOS!" (Papa Francisco en el León Condou)

Esas palabras del Papa Francisco, lo describen a Horacio Cartes de cuerpo entero. 

Cartes mintió. Cartes miente, y seguirá mintiendo. Y, como un horrísono coro patético, hacen lo mismo sus abominables cipayos "oficialistas", personalistas como él, e intere$ado$ solamente en las prebendas y gratificacione$ malhabidas, cuyos corazones, como el de su "único líder", no albergan un ápice de patriotismo.

El presidente Cartes, en el discurso pronunciado en la noche del viernes 10 de julio de 2015, ante el Sumo Pontífice, en la explanada del litoral del Palacio de López dijo, entre otras tantas palabras hipócritas y mendaces: 
"La gente en primer lugar". 

Pero esa frase quedó ampliamente desmentida por la reciente represión policial, ordenada por él ciertamente, llena de despiadada violencia teñida en sangre, que dejó como saldo varios heridos de suma gravedad, y el asesinato del joven Rodrigo Quintana, fusilado por la espalda mientras huía de los policías que irrumpieron en su Casa partidaria violando el derecho de la propiedad privada. 

¿"La gente en primer lugar", Horacio Cartes? ¿Realmente te interesa el dolor de la gente, especialmente el de aquellos compatriotas tuyos que mueren cruelmente asesinados por tu propia culpa?
¡Todo lo contrario, Horacio! ¡No te interesa un comino! 
Cuando te informaron del cobarde asesinato por la espalda del joven líder liberal, me parece escucharte repitiendo la mismas palabras que expresaste en otra oportunidad, comentando otro fallecimiento ocurrido por tu culpa en el 2014: 
“¿Qué querés que haga con el muerto? Se murió porque estaba ahí”.  

Espeluznantes expresiones brotadas de tu corazón de piedra, que denotan tu más absoluto desprecio por la vida humana, y tu indiferencia glacial ante el sufrimiento físico de "la gente" que, mintiendo, decías que está en primer lugar. 


No te conmueven las implacables garroteadas salvajes, propinadas por tus insaciables esbirros, ni el horrible dolor de los heridos graves, ni la muerte de los compatriotas inocentes que caen abatidos por órdenes tuyas.

Estoy seguro de que el Papa Francisco, ante el cual soltaste tantas mentiras, ya estará enterado de la sangrienta jornada luctuosa de este nuevo Marzo paraguayo, pergeñado y ejecutado por tu obsesión de poder, y por "ciertas conveniencias personales" relacionadas con tu situación ante los EE.UU.

La frase tuya que transcribí más arriba, la dijiste, por primera vez, cuando otro compatriota murió por culpa tuya, al no poder avanzar la ambulancia que lo transportaba, porque la ruta estaba cortada por una manifestación en tu contra. 
Cuando el periodista te mencionó tan lamentable pérdida de aquella vida humana que pudo haberse salvado, respondiste: 
“¿Qué querés que haga con el muerto? Se murió porque estaba ahí”.

Tiranos sanguinarios se expresaban como vos, Horacio Cartes, que ahora estás mostrando tus garras, muy escondidas por cierto, cuando actuabas disfrazado de bueno.

El Papa Francisco, hacia el cual manifestabas un fingido respeto y cariño, explicó hace unos días que una cosa es el pecado y otra la corrupción a la que nos lleva el pecado. 

Papa Francisco: “Todos somos pecadores y podemos caer en la ...

“Siempre ha habido, en el mundo, dijo Francisco, jueces corruptos. También hoy en todas partes del mundo los hay”. Ahora bien: “¿Por qué surge la corrupción en una persona?”:

  • "Porque la actitud del pecador puede ser la de decir“Yo he pecado, he sido infiel a Dios, pero luego trato de no hacerlo más, o busco reconciliarme con el Señor, o al menos sé que no está bien lo que hago”. 
  • "Pero la corrupción se produce “cuando el pecado entra en tu conciencia y no deja espacio ni para el aire”. 
Y ESA ES TU POSTURA FÉRREA, HORACIO, CON EL YA INSOPORTABLE TEMA DE LA ENMIENDA.

TE DEDICO ESTA CREATIVA EDICIÓN DE UN VIDEO QUE APARECIÓ EN LAS REDES.
REFLEJA EXACTAMENTE LO QUE EL PAPA FRANCISCO TE DIRÍA HOY: 


Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva

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