domingo, 10 de marzo de 2019

¿POR QUÉ EXISTE LA PEDOFILIA EN LA IGLESIA CATÓLICA? (Segunda parte)



Queridos amigos y lectores:

Resultado de imagen para SOLEDAD DESESPERANTE  
LA SOLEDAD NO DESEADA, O "SOLITUD", ES UN VENENO LETAL EN LA VIDA RELIGIOSA.
CONDUCE A LA MUERTE, FÍSICA O ESPIRITUAL, EN LAS MÁS VARIADAS FORMAS.

INTRODUCCIÓN

Hemos nacido para vivir la plenitud del amor. 
Todos anhelamos dar y recibir amor.
Ese es el sentido de la vida. Una vida sin amor, es pobre, insignificante y sin sentido.

  • 1. San Agustín, en su grandiosos libro "Confesiones", donde relata, sin esconder nada, toda su vida, incluyendo sus miserias, su lujuria, y sus pecados, escribe, en un memorable pasaje: 
"Llegué a Cartago, y por todas partes crepitaba en torno mío un hervidero de amores impuros. Todavía no amaba. Buscaba qué amar, amando el amar, y odiando la seguridad y la senda sin peligros, porque tenía dentro de mí hambre del interior alimento, de ti mismo, ¡oh Dios mío!, aunque esta hambre no la sentía yo tal; más bien estaba sin apetito alguno de los manjares incorruptibles, no porque estuviera lleno de ellos, sino porque, cuanto más vacío, tanto más hastiado me sentía. 
Y por eso no se encontraba bien mi alma, y, llagada, se arrojaba fuera de sí, ávida de restregarse miserablemente con el contacto de las cosas sensibles.


Amar y ser amado era la cosa más dulce para mísobre todo si podía gozar del cuerpo de la persona a la cual amaba. De este modo manchaba la vena de la amistad con las inmundicias de la concupiscencia y obscurecía su candor con los vapores infernales de la lujuria."

  • 2. Uno de mis amigos lectores me dijo que, después de haber leído mi libro "Lo que no dice la Biblia", llegó a la siguiente conclusión, que la citaré textualmente: 
"Si estrujáramos el libro de la Biblia, como si fuera una tela mojada, LO ÚNICO QUE SALDRÍA DE ALLÍ ES AMOR".Lo felicité por haber creado esa hermosa metáfora que refleja, con absoluta objetividad, la esencia de este Libro Sagrado.

Transcribo solo unas pocas frases bíblicas sobre el AMOR, 
tomadas de las Primera Carta de San Juan, Cap. 3 y 4:

«Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros» (3:11).  
"El que no ama, permanece en la muerte. Quien aborrece a su hermano es homicida, y ya sabéis que todo homicida no tiene en sí la vida eterna" (3: 13-14).
«Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado» (3:23).  
"Hijitos, no amemos de palabra y de lengua, sino de obra y de verdad" (3:18)
«Amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios» (4:7).  
"Dios es Amor, y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él" (4:16).

  • 3. El arte, especialmente el literario, el musical y el pictórico, ha hecho del amor su tema principal. La inmensa mayoría de estas obras se refieren al amor. Copio una estrofa:
"Cuando mi vida estaba sola, todo era en ella indefinido y vagabundo.
El universo era de arena, los días eran como el viento y como el humo.
Desde que estoy acompañado, todo se ha vuelto más preciso y más seguro.
Y entre las cosas recobradas, tengo descanso, tengo aliento, y tengo rumbo."
(Francisco Luis Bernárdez - poeta argentino).

LA GRAN PREGUNTA: 
¿SE PREPARARON LOS FUTUROS SACERDOTES PARA HACER FRENTE VICTORIOSAMENTE A LA SOLEDAD? ¿PUDIERON LLENAR ESA SOLEDAD AMANDO AL PRÓJIMO A TRAVÉS DE SU INCANSABLE TRABAJO PASTORAL?

SI LA RESPUESTA ES "NO", ESO SERÁ SUFICIENTE PARA EXPLICARNOS SU ESTREPITOSA CAÍDA EN LAS MÁS DEGRADANTES PERVERSIONES Y DELITOS SEXUALES.

SI LA RESPUESTA ES "SI", TENDREMOS DELANTE A UN SACERDOTE AUTÉNTICO, PREPARADO PARA TENER SEÑORÍO SOBRE SUS PROPIAS PASIONES, QUE SON COMUNES A TODO SER HUMANO.

  • 4. El Papa lanza una importante advertencia acerca de la autenticidad: mostrar lo que somos, no "maquillar" el alma para aparentar lo que no somos.

    Este viernes, 8 de marzo de 2019, en la Misa celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa comentó la primera lectura, tomada del libro del profeta Isaías (Is 58,1-9), donde nos impele a ser coherentes, advirtiéndonos que de nada sirve ayunar, si se es duro para con el prójimo. El Papa dijo:

    “No te maquilles el alma, porque si maquillas tu alma, el Señor no te reconocerá. Pidamos al Señor la gracia de ser coherentes, de no ser vanidosos, de no parecer más dignos de lo que somos. Pidamos esta gracia, en esta Cuaresma: la coherencia entre lo formal y lo real, entre la realidad y las apariencias”. De lo contrario se termina por vivir una existencia de “apariencias”, una vida “sin verdad” en el corazón.
    Cada individuo es tentado por la hipocresía, y el tiempo que nos lleva a la Pascua puede ser una oportunidad para reconocer las propias incoherencias, para identificar las capas de maquillaje aplicadas para ‘ocultar la realidad’ “.


    Coincido con el pensamiento del Papa Francisco: ¡Cuántos hay que simulan santidad, y son delincuentes!
  • 5. Copio aquí, por relacionarse con el tema de la autenticidad sacerdotal, la respuesta que le di a un sacerdote que me escribió elogiando mi artículo: 

"Querido Padre:

Agradezco sinceramente tus estimulantes palabras  con relación a mi artículo sobre la "Pedofilia, Primera parte".
La segunda va a estar mejor, porque es el fruto de mi propia elucubración, buceando en el tenebroso mundo de las perversiones sexuales en el Clero, para encontrar, en lo posible, LAS CAUSAS POR LAS CUALES UN SACERDOTE, OBISPO, O CARDENAL, COMETEN EL DELITO DE LA PEDERASTIA.
"¡El sacerdote es otro Cristo!".
Delante de cada sacerdote tendríamos que poder 
  • detenernos, con absoluto respeto, admiración y seguridad, como corresponde hacerlo delante de un santo, de un héroe, o de un mártir,
  • y decirle: "Dios bendiga el luminoso ejemplo de  la santidad que irradias, amado Padre"; hacer después la señal de la Cruz, y besarle la mano con la misma reverencia con la que lo haríamos ante algún santo.
  • Un Santo pedía a los sacerdotes cultivar una "Castidad salvaje". ¿Por qué hay tantos sacerdotes, obispos y cardenales que ni siquiera tienen Castidad, y están volcados a la Pederastia, al amor a las riquezas materiales, y a las orgías?
  • ¿Por qué hay sacerdotes que, lejos de tener esa "Castidad salvaje", se comportan como "salvajes" en el trato con sus hermanos, o con las personas que debe atender y cuidar, como el pastor cuida sus ovejas?
  • ¿O es que ya no les interesa la Castidad, menos aún la "salvaje", y piensan que los sacerdotes santos fueron locos, cuyas huellas no son más que ridículos episodios de una vida psicológicamente anormal?
PARECE QUE LAS RESERVAS ESPIRITUALES DE LA IGLESIA ESTÁN MERMANDO ACELERADAMENTE POR OBRA DEL DIABLO Y DE SUS SECUACES DE CARNE Y HUESO, QUE TRABAJAN DÍA Y NOCHE PARA ELIMINARLA.

Siento como que la Humanidad necesita otro diluvio, de agua o de fuego, o un tsunami infinito soplado por el Espíritu Santo, para barrer toda basura, y para que se cumpla lo que dice la Liturgia: "Emitte Spiritum tuum et creabuntur, et renovabis faciem terrae: Envía tu Espíritu y todo volverá a crearse, y se renovará la faz de la tierra".

La Iglesia sufre atrozmente y se desangra porque no hay ya espíritu de fe; porque los sinvergüenzas se adueñaron de grandes sectores de la Iglesia; y porque algunos líderes de la Iglesia paraguaya son tibios, encubridores, pusilánimes y, algunos de ellos, hipócritas peligrosos.

Algunos sacerdotes inocentes son tomados como víctimas: los convierten en chivos expiatorios que pagan, con sufrimientos y salivazos, su postura firme de decir la verdad en la cara, y de trabajar al servicio del prójimo cumpliendo con el deber de apóstol. No debemos, entonces, quejarnos de la falta de vocaciones: faltan vocaciones porque ¡faltan testimonios!

No debemos buscar explicación a lo que es absurdo.
Solo nos queda rezar por los que siguen sobreviviendo a la catástrofe moral y espiritual que sufre el mundo, y para que las fuerzas del mal sean definitivamente derrotadas por ese "pequeño rebaño" que sigue siendo fiel.

Un abrazo cordial".

  • 6. Presento ahora algunas causas que, según mi criterio de Psicólogo, hacen incurrir en delitos sexuales a las personas que, por su condición de religiosos con votos, debieran ser ejemplos de rectitud de vida y santidad.  
  1. LA DESESPERANTE SOLEDAD

    Debemos distinguir entre "SOLEDAD", Y "SOLITUD",
    SOLEDAD, del latín "sólitas", es el alejamiento voluntario de todo contacto con las personas, para descansar, reflexionar, poner en orden ciertas cosas, disfrutando de la paz resultante del alejamiento de todo barullo o estimulación sensorial: teléfono, timbre, atención constante de problemas, y ruidos de toda índole. 
    La SOLEDAD ES PLACENTERA. A ella se refirió Fray Luis de León cuando escribió su famoso poema"Vida retirada", que comienza con la siguiente estrofa:


    "Qué descansada vida 
    la del que huye del mundanal ruido, 
    y sigue la escondida 
    senda por don han ido 
    los pocos sabios que en el mundo han sido".


    SOLITUD, del latín "solitudo", es la carencia de compañía: son los demás los que se alejan de uno. Es verse privado, forzosamente, de la deseada compañía, sintiéndose tremendamente solo, aunque se encuentre rodeado de muchas personas, pero solo, ya sea por estar preso, por el rechazo social motivado, por ejemplo, por la tendencia sexual, por el color de la piel, por la posición económica, o por otros factores. 
    Es como encontrarse, sin quererlo, en el desierto, gritando, pero sin ser oído por nadie.
    LA SOLITUD ES ESPANTOSA. A ella se refirió Gustavo Adolfo Bécquer en su Rima LXV (65):


    "Llegó la noche y no encontré un asilo;
    ¡y tuve sed...! Mis lágrimas bebí.
    ¡Y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
    cerré para morir!

    ¡Estaba en un desierto! Aunque a mi oído
    de las turbas llegaba el ronco hervir, 

    ¡Yo era huérfano y pobre!... ¡El mundo estaba
    desierto... para mí!

    LA SOLEDAD ES PROVECHOSA, y en ella debe instalarse el religioso.
    LA SOLITUD ES VENENOSA, y, por desgracia, no pocos viven sufriendo esa situación.

    * La vida religiosa supone una voluntaria renuncia a los placeres del mundo, con el deliberado propósito de encontrarse con Dios y trabajar por el bien de las personas, dando testimonio de rectitud.y ejemplo de vida cristiana. El eventual ruido exterior, o las múltiples actividades inherentes a la vida religiosa, no lo perturban. Vive en paz.
    Se disfruta, de ese modo, de la plenitud espiritual expresada en las siguientes metáfora: "Mi corazón está lleno de Dios", "Cristo vive en mí", o, como lo expresaba santa Teresa de Jesús: "Quien a Dios tiene, nada le falta: solo Dios basta".
    Pero si dicha renuncia no fue voluntariasino "necesaria"  o "impuesta" (!), como ocurre, en no pocos casos, por necesidades económicas, por no encontrar lugar en la vida social, por presiones de la familia, o por presiones neuróticas que afectan a la persona, esa falsa renuncia va despertando en el individuo una creciente sensación de aislamiento. Y, con el correr del tiempo, especialmente en los años de la vejez, se vuelve desesperante, asfixiante, intolerante, y termina empujando al individuo a la búsqueda desesperada, imperiosa, ansiosa y compulsivade cualquier gratificación a su alcance: el alcohol, el juego, la posesiones de bienes materiales, o las perversiones sexuales, como el acoso y la violación sexual, o la pederastia.
  2. LA PREPARACIÓN INSUFICIENTE

    Esa es la causa del fracaso de cualquier profesional, sean estos deportistas, artistas o sacerdotes. Todos deben prepararse, capacitarse. La preparación del profesional debe estar orientada a su óptimo desenvolvimiento.

    En la preparación para el sacerdocio, la formación espiritual debe lograr que el alma de los candidatos al sacerdocio quede impregnada por las convicciones que lo impulsan a consagrarse a Dios, renunciando al sexo, a formar familia, y a las riquezas materiales, para dedicarse, de manera exclusiva, a cultivar asiduamente, y asumiendo enormes sacrificios, los valores y principios propios de la vida religiosa, de tal modo que los mismos jamás resulten "negociables", ni por todo el oro del mundo, y se prefiera morir antes que traicionar el carisma de la vocación religiosa. 
    Entonces, 
    llena el alma de las riquezas espirituales, en ella nunca habrá lugar para que crezca la solitud, verdadero cáncer que mata no solo al que lo padece, sino también a quienes se relacionan con él.

    En mi libro 
    "Lo que no dice la Biblia", publicado en el 2007, yo he abordado ese tema en el capítulo XVII titulado "Es necesario rejuvenecer la Iglesia",  en el subtítulo "Replantear el plan de formación de sacerdotes, religiosos y religiosas." (páginas 376 a 380). Me permito transcribir solo algunos pasajes.

    "Es evidente que algo está fallando en el sistema de formación de sacerdotes ya que, en vez de ir aumentando el número de sacerdotes santos, va disminuyendo, en tanto aumenta el de los mediocres, mundanos y practicantes de inmoralidades que destruyen la grey de Cristo. 
    La esencia de la vida religiosa y de la vida sacerdotal es la Fe. En efecto: toda persona necesita identificarse con alguna misión, algún rol o papel, alguna función o, tan siquiera, con alguna actividad.
    La identificación del sacerdote con la vida de Fe, o "espíritu de Fe" es la esencia de la identificación del mismo con su naturaleza psicológica: "verlo a Dios en todo, y verlo todo en Dios".  Pretender desempeñar la misión sacerdotal sin este requisito, es tan absurdo como pretender que un vehículo se mueva sin motor. 
    Desgraciadamente, no se le da a esta perentoria necesidad toda la importancia que merece,
     a juzgar por los resultados de mediocridad o inmoralidad tan frecuentes en el mundo del clero. Como si el cuidado de las almas fuera cosa de poca monta, y se limitara a celebrar misas, predicar, escuchar confesiones, y nada más.

    Cuando hay Fe, los cinco sentidos de la persona religiosa captan el mundo, no ya como los mundanos, "sensorialmente", sino a través de ese órgano de captación de los sobrenatural, que es la Fe. Entonces se ve, se toca, se oye, de otra forma, 
    porque se ha ingresado en el mundo sobrenatural". (FIN DE LA CITA).

    EL PAPA FRANCISCO HA DADO SABIAS ORIENTACIONES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE NUEVOS MÉTODOS EFICACES, EN LAS CASAS DE FORMACIÓN RELIGIOSA O SEMINARIOS.
  3. UN CORAZÓN EXHAUSTO DE TANTO VIVIR SIN AMOR

    Sumada la preparación insuficiente a la desesperante soledad, se termina con el corazón exhausto, agotado, agobiado, por causa de que la necesidad fundamental del ser humano, de amar y ser amado, nunca se dio en estas personas.
    La tremenda consecuencia de esta patética situación es la búsqueda obsesiva de algún alivio rápido en placeres turbios, como el alcohol, algún negocio inmoral para amontonar dinero fácil, o el recurso al sexo en relaciones patológicas, como el acoso y la violación sexual, a veces con embarazos y abortos incluidos, o el sometimiento sexual de menores, seguido o no de pornografía infantil.

    Se recurre a todo esto atropellando deliberadamente los votos de pobreza y castidad, porque esa persona, realmente ¡ha dejado ya de ser un religioso!, y se ha convertido en un animal feroz sediento de placeres de cualquier índole.

    En esta vorágine pasional aparece toda una parafernalia delictiva.
    Se va dejando de lado, aceleradamente, la propia responsabilidad, el respeto al cargo o al rango religioso que se había alcanzado, y se actúa con el comportamiento propio de quienes sufren de 
    "personalidad disgregada", es decir. la de la persona que ha perdido, no solo los frenos morales, legales y sociales, sino la propia identidad, aunque siga vistiendo el ropaje sacerdotal o cardenalicio, ¡aprovechándose de ´tales investiduras! en flagrante "abuso de poder".
  4. EL RECURSO AL "SEXO EXPRESS" Y AL "ALCANCE INMEDIATO"

    La conquista amorosa normal lleva tiempo. Conversaciones, fotos, mensajes, llamadas telefónicas, salidas al cine o a comer algo, van profundizando de a poco la atracción y la simpatía recíproca. Progresivamente va surgiendo, o se va fortaleciendo, el enamoramiento y la necesidad de estar juntos el mayor tiempo posible.
    ¡Nada de esto puede hacer un sacerdote!

    No tiene dicha posibilidad 
    porque nadie, en su sano juicio, se comprometería sexualmente con un religioso, ya que todos saben que, por su profesión, ha renunciado a formar familia.Consciente de esta dificultad insuperable, el religioso, ya psicológicamente perturbado, sabe que va a ser rechazado por posibles parejas adultas, porque él no puede ofrecer a nadie futuro alguno en el campo sentimental, familiar o sexual.

    Entonces ese sacerdote, obispo, o cardenal, "resuelve" este problema, lanzándose a alcanzar, por la fuerza, el placer sexual tan ansiado, pero de inmediato (express), con personas que tiene a mano (al alcance inmediato): una secretaria, una señora que ayuda en la parroquia, una catequista, un monaguillo o monaguilla.

    Comete, de esa forma, abuso de poder porque, debido a la autoridad que le confiere su investidura, las personas, especialmente los menores, no ofrecen resistencia.Logran, por ese medio, el sexo fácil y seguro, pero sin pensar, ni remotamente, en los estragos que esta conducta depravada traerá como consecuencia.
    -- Para las víctimas: feroces traumas que les arruinarán la vida, llevándoles, en ciertos casos, al suicidio o a la venganza feroz.
    -- Y para el victimario: la infamia, la deshonra, la cárcel, y el estigma, para ellos y para la Iglesia a la cual servían como ministros.
___________________________________________________

CONTINUARÉ, LA PRÓXIMA SEMANA, CON LA TERCERA Y ÚLTIMA PARTE,
DESARROLLANDO 
LOS SIGUIENTES TÓPICOS PENDIENTES:

LA AUTOESTIMA POBRE, EL VACÍO Y EL HASTÍO INTERIOR.

LAS CONSECUENCIAS DE LA REPRESIÓN MORAL Y SEXUAL.
LA ANGUSTIA POR LA PRIVACIÓN DE TODA FORMA DE DESAHOGO SEXUAL.
LA PÉRDIDA DE LA NOCIÓN DE PECADO Y DE LA VIOLACIÓN DE LOS VOTOS.
LA CARENCIA TOTAL DE VIDA ESPIRITUAL Y LA SENSACIÓN DE MUERTE.
LA PÉRDIDA DE LA FE Y LA ABSOLUTA CORRUPCIÓN MORAL.

Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva

No hay comentarios:

Publicar un comentario