¿POR QUÉ EXISTE LA PEDOFILIA EN LA IGLESIA CATÓLICA? (Tercera y última parte)

Queridos amigos y lectores:

  

A LA SOMBRA DE ESTE MAGNÍFICO TEMPLO, EN LA COLONIA VIGNAUD, DE CÓRDOBA-ARGENTINA, FUI CRECIENDO CORPORAL Y ESPIRITUALMENTE.

JUNTO A ESTE HERMOSO TEMPLO, SE ENCUENTRAN LAS AULAS, LOS DORMITORIOS, 

EL COMEDOR,  LOS PATIOS, Y LOS PARQUES DE ESTE 

SEMINARIO 

SALESIANO 

"NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO".

EN ESE OASIS, DE ORACIÓN Y ESTUDIOS, 

TRANSCURRIERON 

LOS AÑOS 

MÁS FELICES DE MI 

INFANCIA Y ADOLESCENCIA, 

DESDE 1952 a 1961, 

DONDE ME FUI FORMANDO, ACADÉMICA Y ESPIRITUALMENTE, SOÑANDO CON LA ILUSIÓN 

DE SER SACERDOTE. 

SI VOLVIERA A NACER, NO DUDARÍA UN INSTANTE 

EN REPETIR TAN DIVINA EXPERIENCIA EN ESE OCÉANO DE PAZ Y ESPIRITUALIDAD..

HAGO ESTA DECLARACIÓN COMO TESTIMONIO DE MI AMOR 

AL SACERDOCIO Y A LA IGLESIA CATÓLICA, 

EN CUYA PROMOCIÓN Y DEFENSA TRABAJARÉ TODA LA VIDA. 

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El pasado domingo 10 de marzo publiqué la Segunda parte de mi artículo referente a las CAUSAS DE LA PEDOFILIA EN LA IGLESIA CATÓLICA, detectadas bajo mi óptica personal de Psicólogo clínico. 

Había señalado ya cuatro de ellas:
1. LA DESESPERANTE SOLEDAD

2. LA PREPARACIÓN INSUFICIENTE DEL CANDIDATO AL SACERDOCIO

3. UN CORAZÓN EXHAUSTO DE TANTO VIVIR SIN AMOR

4. EL RECURSO AL "SEXO EXPRESS" Y AL "ALCANCE INMEDIATO" 

 

En esta Tercera y última parte publico otras más:

5. LA AUTOESTIMA POBRE, EL VACÍO Y EL HASTÍO INTERIOR.
6. LAS CONSECUENCIAS DE LA REPRESIÓN MORAL Y SEXUAL.
7. LA ANGUSTIA POR LA PRIVACIÓN DEL DESAHOGO SEXUAL NORMAL.
8. LA PÉRDIDA DE LA NOCIÓN DE PECADO Y DE LA VIOLACIÓN DE LOS VOTOS.
9. LA CARENCIA TOTAL DE VIDA ESPIRITUAL Y LA SENSACIÓN DE MUERTE.
10. LA PÉRDIDA DE LA FE Y LA ABSOLUTA CORRUPCIÓN MORAL.

ESTE TRABAJO, COMO LO DIJE AL COMIENZO, LO HAGO 

COMO UN APORTE A LA IGLESIA, NO COMO UNA ACUSACIÓN CONTRA ELLA.

MI OBJETIVO ES QUE LOS LÍDERES RELIGIOSOS 

• CUENTEN CON ESTE MATERIAL QUE ESTOY CREANDO, 
• LO ANALICEN  
• Y LO COMENTEN, 
• PARA PODER ELIMINAR LAS FALLAS QUE SEÑALO EN MI ARTÍCULO

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5. LA AUTOESTIMA POBRE, EL VACÍO Y EL HASTÍO INTERIOR.

La autoestima, del griego αὐτός,"autós", que significa "uno mismo" es la conciencia del valer personal: la absoluta convicción de poseer, en mayor o en menor medida, ciertas cualidades, físicas, mentales y espirituales, que la persona va descubriendo en sí progresivamente, y la correspondiente reacción de los demás, favorable o no, acorde con el sentimiento que despiertan en ellos las características que cada cual demuestra poseer.

• La autoestima será normal, o alta incluso, cuando la persona percibe lo que vale y recibe el aprecio de otros. 
• Y será baja, o nula, cuando la persona se siente inútil, y no recibe el aprecio de nadie. 

* La persona cuya autoestima es normal o alta, siente que vale y, en consecuencia, se autovalora también, por el impacto favorable que despierta en su entorno familiar, social, o mundial incluso, como sucede con ciertos personajes famosos en el campo artístico, intelectual, o deportivo.
* Pero cuando, por desgracia, la persona no cuenta con nada que lo haga apreciable, se siente disminuida y le resulta imposible apreciarse a sí misma, es decir, carece de autoestima, o la tiene muy baja. 

ESTA PENOSA SITUACIÓN, DESAFORTUNADAMENTE, SE PRESENTA EN LA VIDA DE NO POCOS RELIGIOSOS: SACERDOTES, OBISPOS, CARDENALES, O MONJAS.

La vida religiosa, para esos tales, no implica poseer valiosas cualidades, ni ofrece, para muchos de ellos,  ningún atractivo especial que despierte atractivo o la simpatía de alguien, sino que, por el contrario, son concientes de que muchos piensan que los curas son hombres haraganes, que buscan una vida fácil,sexualmente frustrados o perversos, y que, para ser cura o monja, no se requiere de talento alguno.
Como consecuencia aparece el "complejo de inferioridad": no le encuentran sentido a su vida, se sienten disminuidos,  marginados, sin valor personal alguno. Esta autopercepción les lleva, lógicamente, a experimentar:

• una sensación de vacío, de no valer para nada y, como resultado, 
• aparece el aburrimiento o hastío por estar llevando una vida percibida como gris, pobre y carente de interés, 
• que no despierta ninguna simpatía o admiración de nadie 
• ¡ni tan siquiera de uno mismo!
• EN CONSECUENCIA ¡SE HA PERDIDO LA AUTOESTIMA!

Es entonces cuando el instinto de valoración, que es el que nos lleva a querer sentirnos importantes ante nosotros mismos y ante los demás, les impulsa a estas personas frustradas

• a procurarse cualquier tipo de placer, 
• el que esté más a mano, 
• para lograr una sensación, patológica por supuesto, de "valer algo", 
• o de "estar recibiendo, de alguna forma, aprecio y valoración, tan siquiera de un niño".

El recurso más frecuente, por desgracia, para alcanzar estos fines desviados, es el de someter sexualmente a personas débiles e indefensas, como son los niños, o los discapacitados, haciendo uso del relativo "ascendiente o superioridad" que un religioso ejerce sobre estos pobres inocentes, cometiendo así, además, un "abuso de poder".

Debo añadir que esa misma "superioridad" la tienen los que son profesores, pastores, hermanos, tíos, abuelos, o padrastro de niños. 

Y es mi deber aclarar que existe un porcentaje mucho más elevado del crimen de la Pederastia en la citadas personas, que en los sacerdotes católicos, como lo demostré en un breve artículo anterior a este.
Esto no es ningún atenuante ni justificativo alguno. Pero sirve para no caer en el error de creer que la Pedofilia y la Pederastia son males exclusivos de los curas católicos.

6. LAS CONSECUENCIAS DE LA REPRESIÓN MORAL Y SEXUAL.

La represión es un acto de violencia cuyo objetivo es atajar, detener, impedir que suceda algo que el represor considera malo para el individuo, para la sociedad, ¡o para el mismo represor! 

¡Cuántas veces el Gobernante reprime, brutalmente incluso, manifestaciones justas de la ciudadanía en general, o de algún colectivo específico, porque al su Gobierno no le conviene esa protesta!

Dije que la represión no es buena, sino perjudicial, porque ATENTA CONTRA LA LIBERTAD que es el valor supremo de toda persona humana. 

• No es la vida el derecho más importante, 
• sino la libertad porque 
• vivir sin libertad, esclavizado, o torturado, carece de sentido.

Ningún tipo de represión es buena: 

• la represión familiar
• la represión policial, 
• la represión educacional, 
• la represión moral.
  ¡TODAS SON NEFASTAS!

Desgraciadamente, durante siglos, la moral católica era tremendamente represiva e intimidatoria. 

No es este el lugar para abordar el tema de la Inquisición, ni de los estrictísimos Tratados de Moral de los primeros siglos del cristianismo. 

Pongo un solo ejemplo: la aterradora figura del Infierno Eterno, en cuyas llamas caen todas las personas que mueren en "pecado mortal", demuestra la actitud represiva de los Moralistas del Medioevo, que hacían consistir 

• la espiritualidad y la santidad en la práctica de las normas morales; 
• y la moral se reducía ante todo en la moral sexual. 
• Ser santos era, ante todo, ser "puros", entendiendo este adjetivo como "alejado de todo placer sexual"
• Hubo santos que se revolcaban entre espinas, o en la nieve, para apagar sus deseos sexuales.

Es decir, debían evitarse todos los placeres corporales, practicar el ayuno y, en determinados casos usar la autoflagelación, consistente en azotarse a sí mismos o hacerse azotar, y en usar cilicios, que son materiales que causen dolor en el cuerpo, como cinturones ásperos, o con púas.

La ausencia de todo placer, despierta, en tales situaciones, un estado de crispación emocional, que es algo parecido a la desesperación, y que consiste en un estado de gran nerviosismo y tensión que 

• nubla la conciencia  o capacidad para discernir entre el bien y el mal, 
• conduciendo al individuo a la compulsión de encontrar algo, por malo que sea, 
• especialmente en el campo de las perversiones sexuales, 
• para llenar esa sensación de tensión extrema y de vacío interior.

Las perversiones sexuales son las fuentes de placer más al alcance dado que 

• el objeto sexual buscado para satisfacer los deseos sexuales
• no requiere de mayores esfuerzos para conseguirlo, porque se trata de: 
• niños, adolescentes, o discapacitados.
  Son personas menores de edad, o inválidos, que carecen de la capacidad de discernimiento, como para poder entender la naturaleza de esas actividades sexuales aberrantes a las que son sometidos.

Llegué a idear la siguiente fórmula para poder captar, con facilidad y rapidez, la causa de las perversiones. 

Dicha fórmula es: R-C-P, que significa: Represión-Crispación-Perversión.

Una de las perversiones más "al alcance" para lograr satisfacciones sexuales es la Pederastia.

7. LA ANGUSTIA POR LA PRIVACIÓN DEL DESAHOGO SEXUAL NORMAL  

 

El punto de partida para explicar esta causa es el siguiente axioma: 

• si no existe la posibilidad de tener experiencias sexuales normales, 
• es posible recurrir a experiencias sexuales anormales para hallar tales desahogos.
  
  Es lo que sucede cuando la persona 
• carece de los medios normales para comprar comida o bienes, 
• ¡los roba!Toda privación conduce a eso.
  El preso, privado de su libertad busca escaparse.
  El que no estudió para el examen, recurre al fraude del "copiatini".
  El hijo que tiene prohibido ir a una fiesta, se escapa de la casa y va a esa fiesta.

Cuando la persona se encuentra privada de la libertad para el desahogo sexual, porque renunció al sexo sin haber estado preparado ni motivado para dicha renuncia, vive angustiado y busca desesperadamente el medio para liberarse de esa angustia sexual, desahogándose a escondidas, en secreto. 

Y la forma más al alcance para hacerlo en secreto es la práctica de la Pederatia.

Por desgracia, en muchas Casas de Formación para la vida religiosa, NO SE HABLA DE LA CASTIDAD: SU BELLEZA, SUS EFECTOS, SUS GRANDES COMPENSACIONES ESPIRITUALES Y EXISTENCIALES.

Ciertos "formadores" se limitan a informar de que los religiosos no deben tener relaciones sexuales, y que si se transgrede esta norma, se peca gravemente. A veces son ellos mismos los que incurren en estas graves faltas.

Pero, como dijimos anteriormente: al desesperado ya no le importa que sea pecado o delito: lo único que busca es el desahogo, a como dé lugar.

8. LA PÉRDIDA DE LA NOCIÓN DE PECADO Y DE LA VIOLACIÓN DE LOS VOTOS.
Los graves cuadros  de Angustia o Depresión. 

• NUBLAN EL ENTENDIMIENTO, 
• OSCURECEN LA RAZÓN Y 
• DEBILITAN LA VOLUNTAD.

Es por eso que pierde, no solo la noción de las exigencias de toda norma existente en la vida religiosa, y de toda promesa, compromisos o votos realizados. 

SE LOS TRANSGREDE CON LA MISMA NATURALIDAD CON LA QUE SE TOMA AGUA, O SE DESCANSA DE NOCHE. 

Y SE RECURRE, PARA JUSTIFICARSE, A "MECANISMOS DE DEFENSA", como el de la RACIONALIZACIÓN que consiste en traer excusas y pretextos, que pretenden pasar como argumentos válidos para "justificar" lo injustificable.
Y así los transgresores "justifican" su mal comportamiento diciendo, por ejemplo:

• "La renuncia al sexo es una crueldad de la Iglesia" 
• "Prohibir tener relaciones sexuales es un atropello a los Derechos Humanos"
• "No es posible vivir mutilados, renunciando a una ley natural"
• "La castidad no es un dogma de la Iglesia, por lo tanto no es obligatoria"
• "Todo el mundo tiene sus secretas experiencias sexuales"
• Etc.

HAN PERDIDO POR COMPLETO LA NOCIÓN DE PECADO, Y DE LO QUE SIGNIFICA UN VOTO HECHO A DIOS.

9.  LA CARENCIA TOTAL DE VIDA ESPIRITUAL Y LA SENSACIÓN DE MUERTE.

Todos los estragos que producen en el alma dos estos problemas psicológicos, especialmente la Angustia y la Soledad, hacen imposible el cultivo de una vida espiritual, tan siquiera en sus formas más elementales. 

Desaparecen 

• el Amor a Dios, 
• el Espíritu de Fe, 
• la naturaleza de la Vida religiosa, 
• el respeto de las Normas establecidas para ser Religioso, sacerdote o Monja, 
• que en su momento han sido libremente aceptadas por el que decidió abrazar esa vida.

Es tan imposible cultivar la vida religiosa sin Fe ni Amor a Dios, como lo es el pretender cultivar una huerta sin agua.    
Esta patética situación existencial conduce a la "sensacióin de muerte", 

• no en el sentido de que "se está por fallecer", 
• sino en de que ya se ha fallecido, 
• y de que se está viviendo como un cadáver ambulante, es decir como un zombi:
  --- sin rumbo,
  --- sin voluntad,
  --- ni noción de lo que se está haciendo. 

La vida de estas personas se parece a la de un robot cuyo programa se ha desconfigurado, y deambula de manera caótica, produciendo destrozos. 

La única solución para estos casos es la expulsión de estas personas de las comunidades religiosas, o del sacerdocio, y ponerlos al cuidado de un buen Psiquiatra.

10. LA PÉRDIDA DE LA FE Y LA ABSOLUTA CORRUPCIÓN MORAL. 

Una vida sin Fe consiste 

• no en "dejar de creer en Dios", 
• sino en "vivir sin cumplir los Mandamientos divinos", como bestias movidas solo por el instinto.

La consecuencia de esta tragedia, es la ABSOLUTA CORRUPCIÓN MORAL.

Una vida sin principios, ni valores, ni normas, se precipita fatalmente en toda clase de inmoralidades y crímenes.

Vivir sin principios o normas, es como viajar en un vehículo sin frenos.
NECESARIAMENTE CAUSARÁ DAÑOS A TERCEROS Y TERMINARÁ ESTRELLÁNDOSE, PONIENDO FIN AL FUNCIONAMIENTO DEL VEHÍCULO Y A LA VIDA DE QUIENES VIAJABAN EN ÉL.

ESA ES LA CONSECUENCIA DE TODA CORRUPCIÓN.

Curiosa y lamentablemente, muchas de estas personas, sin frenos, sin moral, sin fe, ni conciencia de la mala vida que están llevando, ¡siguen ejerciendo el ministerio sacerdotal!

• celebrando misas,
• consagrando, 
• predicando, y 
• "orientando" a la feligresía, 
• como gramófonos que repiten, mecánicamente, todas las frases grabadas en el disco.

BARRER  Y ELIMINAR ESTA BASURA, ES LA TAREA QUE HA EMPRENDIDO EL PAPA FRANCISCO.

DEBEMOS COLABORAR PARA EVITAR LA DESTRUCCIÓN DE LA IGLESIA.

TODAVÍA HAY TIEMPO.

Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva