domingo, 4 de octubre de 2015

MAÑANA CUMPLIMOS CINCUENTA AÑOS DE CASADOS: ¡GLORIA A dIOS!




Queridos amigos:


Mañana, 5 de octubre, cumpliremos nuestras
Bodas de Oro Matrimoniales.

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Esta ceremonia tuvo lugar hace 50 años. Allí hemos jurado, ante Dios,
amarnos fielmente hasta el final. Ese pacto ha sido cumplido.

El rostro de la novia permanece aún bajo su velo. Dentro de tres días
podrán verlo descubierto.

HOY, 4 DE OCTUBRE, CUMPLO LA PROMESA DE MOSTRAR EL ROSTRO DE MI ESPOSAImágenes integradas 1
Esta es Sylvia, mi amada esposa. Terminada la ceremonia, nos encontramos yaen el auto que nos conducirá a la fiesta ofrecida por nuestros padres. (05.10.1965)

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Foto tomada en la fiesta familiar hace dos años.
LOS AÑOS PASAN Y EL AMOR PERDURA: ¡GLORIA A DIOS!


  NUESTRAS BODAS DE ORO MATRIMONIALES.
         1965   *     5 DE OCTUBRE   *     2015


Deseamos dar gracias a Dios, por haber hecho nacer en nosotros
la llama de este amor, y por ayudarnos a mantenerla, vivamente encendida, hasta hoy, proyectándose hacia la eternidad.


Hemos llegado a la meta de las Bodas de Oro, cumpliéndose, de esta manera,
todos los sueños de nuestro noviazgo.


Les invitamos a compartir nuestra alegría y nuestra acción de gracias,
en la celebración Eucarística que tendrá lugar en tan grata fecha.

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Lugar:  Templo de la Parroquia de los Sagrados Corazones (Villa Morra)
Celebrante: Monseñor Claudio Giménez
Hora:   18.30 hs.

DÍA: Lunes 5 DE OCTUBRE DE 2015


Dará solemnidad a esta celebración religiosa
el grupo coral "Ensamble Vocal 6 x 8".
Dato:


Mi esposa es chilena. Nos conocimos en Santiago de Chile.
Durante nuestro primer mes de noviazgo en aquel país,
sin soñar aún que llegaríamos al Matrimonio, ¡y a las Bodas de Oro!,
compuse para ella muchos poemas muy
significativos,
cuya antigüedad es de 52 años... 

 
Pero lo que digo en ellos sigue teniendo actualidad,
porque los siento tan vivos en mi corazón,
como si recién los hubiera escrito.



Les acerco hoy este poema, escrito a los 38 años de casados:

Juntos, compañera

Te llevo en mí, como la inmensa llama
de las estrellas en el firmamento.
Omnipresente, como el sol o el viento,
Sylvia querida, Dios en tí me ama.

Tu vida es una lámpara votiva,
en la dulce quietud de mi existencia,
derramando la gracia de su esencia,
con esa luz perennemente viva.

Estás en mí como la cordillera,
en alta eternidad de nieve y cielo;
o como el mar que alegra tanto suelo,
y gime su oración en la escollera.

¡Toda una vida, fieles a ese anhelo,
vamos andando juntos, compañera!
(5 de octubre Octubre de 2003).

Debo aclarar que todo cuanto hasta aquí he expresado, lo hice,
no para 
envanecerme neciamente, ni para ponerme de ejemplo,
sino para dar el siguiente testimonio:


"El amor existe y es eterno.
Y la fidelidad en el amor es posible, 
tan natural y sencilla de alcanzar,
como el logro exitoso en cualquier otro
emprendimiento responsable". 


Sus frutos son la permanente vigencia del amor y la armonía en nuestras almas, en medio de una familia llena de paz, solidaridad y alegría.


LES ESPERAMOS A TODOS LOS QUE PUEDAN VENIR A LA MISA,
PARA COMPARTIR CON NOSOTROS ESTE MOMENTO DE CIELO.




Cordiales saludos:
Francisco.

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